Para demostrar la validez de esta hipótesis, los investigadores han aplicado el modelo matemático a una situación real
Una investigación, en la que colabora el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) propone un método para prever
colapsos ambientales. La teoría empleada podría aplicarse también en el
campo de la agricultura, la pesca y los sistemas sociales.
Para demostrar la validez de esta hipótesis, los investigadores han
aplicado el modelo matemático a una situación real: el colapso
ambiental acaecido en el lago Erhai, en la provincia China de Yunnan.
Mediante el análisis del registro fósil de microalgas diatomeas
correspondiente a un periodo de 125 años, observaron que las
comunidades de algas permanecieron relativamente estables, en cuanto a
concentración y tipo, hasta 30 años antes de que el lago sufriese un
cambio abrupto y mostrase un estado de contaminación y turbiedad.
“Durante esas tres últimas décadas del registro se aprecian muchas
fluctuaciones y vemos una serie de cambios bruscos en los tipos de
algas y en la concentración de estas en el agua justo antes del
colapso. Creemos que las dinámicas de población de algas pueden indicar
la resiliencia del ecosistema del lago y ayudar a medir la proximidad
de un punto de no retorno”, explica el investigador del CSIC Vasilis
Dakos, de la Estación Biológica de Doñana.
Según los autores del estudio, la aplicación de este modelo
matemático no se limita al ámbito de los lagos, sino que podría
emplearse en otro tipo de campos, como la pesca, la agricultura y los
sistemas sociales. En la investigación también han participado la
Universidad de Southampton (Reino Unido) y la Universidad de Wageningen
(Holanda).
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