La
preocupación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) por las
inundaciones se centra ahora en el eje del Ebro, según el presidente de
este organismo, Xavier de Pedro, quien ha reconocido que las previsiones
meteorológicas que manejaban daban "lluvias muy inferiores a las que se
han producido".
"Ha
llovido casi el triple de lo previsto, lo que ha hecho que las
precipitaciones hayan sido imprevisibles y las posibilidades de aviso
han sido mucho más limitadas", ha dicho a Efe De Pedro, quien ha
visitado esta mañana Funes, donde el río Arga ha alcanzado un caudal
máximo cercano a los 950 metros cúbicos por segundo.
"El río lleva
un caudal muy alto, es impresionante la cantidad de agua que está
bajando, pero afortunadamente no va a generar daños importantes", ha
indicado el responsable de la CHE, quien ha comentado que la avenida es similar a la del pasado mes de enero.
Ahora,
según ha añadido, la "preocupación se centra en el eje del Ebro, donde
con toda seguridad se producirán inundaciones de campo, y se alcanzará
un caudal en torno a los 1.800 metros cúbicos por segundo".
Tras
visitar Funes, el presidente de la CHE tiene previsto trasladarse a
Pamplona y reunirse con el alcalde, Enrique Maya, para, según ha
avanzado, explicar "las circunstancias meteorológicas que se han dado,
la imprevisión de estas lluvias tan intensas".
Asimismo, comentará
cómo se ha llevado a cabo la gestión del embalse de Eugi y precisarle
que "en ningún caso han realizado desembalses que hayan contribuido a la
inundación de Pamplona, más allá de lo que el propio embalse por
razones de seguridad tenía que verter".
La CHE gestiona los
embalses, el río y su entorno y una de sus prioridades es "tratar de que
las inundaciones cuando se produzcan, que tarde o temprano se van a
producir por el propio efecto de la naturaleza, produzcan los menos
daños posibles", ha señalado.
En este sentido, ha puntualizado que
con la gestión de los embalses se ha conseguido que esta riada en el
eje del Ebro "sea menor, con lo que se evita muchísimos daños".
El
presidente de la CHE ha apuntado que han observado que en el cauce del
Ebro hay "una sobreelevación como consecuencia del arrastre de
sedimentos y gravas, por lo que se está haciendo un mapa de todo el río,
con zonas donde se podrán extraer áridos para mejorar la gestión del
cauce". EFEverde
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