Los
investigadores han llamado a este periodo “vida en la estantería”, y el
hecho de que este sea tan largo se debe a varias razones.
ECOticias.
Las nuevas especies que son recogidas por los científicos tardan
más de veinte años de media en ser descritas, tiempo que suelen pasar
en las estanterías de museos, tal y como señala un estudio publicado
esta semana en la revista Current Biology.
Los investigadores han llamado a este periodo “vida en la
estantería”, y el hecho de que este sea tan largo se debe a varias
razones.
La principal, según explica a SINC uno de los autores, Benoît
Fontaine, del Museo Nacional de Historia Natural de París, es que en
ocasiones “se trata de especies raras de las que se obtiene un solo
ejemplar, y los taxonomistas tienen que esperar a tener más especímenes
antes de describir la especie”.
Fontaine señala además que para reducir la duración de las “vidas en
la estantería” se requerirían avances metodológicos en la descripción
de especies y haría falta formar a más taxonomistas”.
Extinción
Los largos períodos que estas especies pasan sin identificar también
pueden provocar que la especie en cuestión se extinga antes de que la
comunidad científica sepa de su existencia, y que la identificación sea
posterior a la extinción. De ahí la necesidad de tomar conciencia “de
la importancia de la taxonomía, es decir, la descripción de la
biodiversidad desconocida”, señala Fontaine, que añade que es “un asunto
urgente, ya que nos permite estudiar, conocer y disfrutar esa
biodiversidad”.
El autor explica que las especies nuevas “casi nunca son reconocidas
como tal al ser recogidas”, y compara el hecho de que a veces sean
descritas una vez que se han extinguido con los astrónomos que estudian
la luz de estrellas ya desaparecidas.
El trabajo se basó en una muestra de 600 especies descritas en el
año 2007, y los datos revelaron que esas especies tenían un periodo
medio de “vida en la estantería” de 20,7 años. Las plantas y los peces
fueron los grupos en los que se observó un periodo más largo, por
encima de los 30 años.
Víbora de Indonesia
La especie que aparece en el estudio con un mayor periodo de “vida en la estantería” es Tropidolaemus laticinctus, una
víbora de Indonesia con una compleja historia taxonómica, cuya
identificación se basó en cinco especímenes, uno de los cuales fue
recogido en el año 1801.
Otros casos de largas “vidas en la estantería” son el de un
murciélago descrito a partir de un individuo recogido en 1856 y donado a
un museo de Filadelfia, un escarabajo de los Alpes italianos obtenido
en 1912 o un ácaro descubierto entre las plumas de unas cacatúas
recogidas en Papúa Nueva Guinea en 1900.
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