El doctor Steven Wiederman
y el profesor asociado David O'Carroll, del Centro de Investigación
de Neurociencia de la Universidad de Adelaida han estado estudiando la
visión de los insectos durante muchos años.
ECOticias.
Investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia) han
encontrado pruebas de que la libélula es capaz de realizar procesos de
pensamiento de más alto nivel en la caza a su presa. El
descubrimiento, publicado este jueves en la revista 'Current Biology',
es la primera evidencia de que un animal invertebrado tiene células
cerebrales de atención selectiva, que hasta ahora sólo se ha
demostrado en los primates.
El doctor Steven Wiederman y el profesor asociado
David O'Carroll, del Centro de Investigación de Neurociencia de la
Universidad de Adelaida han estado estudiando la visión de los insectos
durante muchos años. Usando una sonda de vidrio pequeño con una punta
de sólo 60 nanómetros de ancho, unas 1.500 veces más pequeña que el
ancho de un cabello humano, descubrieron la actividad neuronal en el
cerebro de la libélula que permite esta atención selectiva.
En concreto, los investigadores encontraron que cuando se presenta
más de un objetivo visual, se producen cerraduras en las células del
cerebro de la libélula hacia una diana y se comportan como si los
otros objetivos no existen. "La atención selectiva es fundamental para
la capacidad de los humanos de seleccionar y responder a un estímulo
sensorial en presencia de distracciones", explica el doctor Wiederman.
Y pone como ejemplo a los jugadores de tenis, que tienen que
distinguir una pelota pequeña que viaja a casi 200 kilómetros por hora
entre la multitud, por lo que para golpearla necesita atención
selectiva. "Precisamente cómo funciona esto en los cerebros biológicos
sigue siendo poco conocido y ha sido un tema candente en la
neurociencia en los últimos años", afirma.
El profesor O'Carroll dice que esta actividad cerebral hace que la
libélula sea un depredador más eficiente y eficaz. "Lo que es
emocionante para nosotros es que esta es la primera demostración directa
de algo relacionado con la atención selectiva en los seres humanos
que se muestran en el plano neuroal de un invertebrado", destaca, tras
señalar que estudios recientes revelan mecanismos similares en el
cerebro de los primates
"No esperábamos encontrar algo tan sofisticado en los insectos
humildes de un grupo que ha estado alrededor de 325 millones de años
--celebra O'Carrol--. Creemos que nuestro trabajo será de interés para
los neurocientíficos e ingenieros por igual, porque se podría utilizar
como un sistema modelo para la visión robótica. Debido a que el
cerebro de los insectos es simple y accesible, el trabajo en el futuro
nos permitirá comprender cabalmente la red subyacente de las neuronas
y copiarlo en robots inteligentes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario