
La bombilla de filamento, inventada por Joseph Swan y perfeccionada por Thomas Edison en 1879, tiene el defecto de perder en calor la mayor parte de la energía que consume, ya que transforma en iluminación solamente el 5 % de ella.
En 2008, la Unión Europea fijó un calendario para suprimir progresivamente esas lámparas. El retiro de la venta concernió primeramente las bombillas de 100 watts en 2009, luego las de 60 W (en 2010), de 40 W (en 2011). Las de 25 W deben ser retiradas de los comercios antes del 31 de diciembre de 2012.
Las lámparas incandescentes tradicionales han ido siendo remplazadas por otras que consumen menos energía: las fluocompactas, las de diodos electroluminiscentes (LED) y las halógenas, aunque estas últimas, de rendimiento energético considerado insuficiente, están destinadas también a desaparecer a partir de fines de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario