martes, 25 de diciembre de 2012

Oxigenar el mundo y a los que lo gobiernan

Presidente de la Red Internacional de Escritores por la Tierra y de Mare Terra Fundación Mediterrània.
Viendo la redifusión de uno de los mejores programas que se emiten ahora mismo por televisión, se debe uno replantear ciertas cosas y exigir ciertos cambios. “Salvados”, espacio que presenta Jordi Évole, nos ha permitido descubrir ciertas vergüenzas que están  ahí hace tiempo pero que gracias al popular “follonero” salen a luz pública.
Como persona comprometida con el planeta tierra siempre he defendido las causas que tratan de salvarlo denunciando aquellas que lo ponen en peligro. No en vano, desde Mare Terra Fundación Mediterrània, entidad que presido, hemos interpuesto multitud de denuncias por capítulos de contaminación, agresiones al medio ambiente y por toda aquella acción que haya puesto en peligro nuestro entorno más inmediato. Siempre he creído que la lucha por conseguir algo se basa en la suma de esfuerzos y que para llegar a lo global se debe empezar actuando desde el ámbito actual.
El caso es que la suma proporcione el cambio que debemos dar todos para oxigenar el planeta tierra en el que, y lo recuerdo una vez más, estamos solo de paso. Hay que limpiar el ambiente de la polución que lo consume, la contaminación que lo ahoga, la deforestación que lo extingue y no agrandar más el famoso agujero de la capa de ozono que tan olvidado tenemos. Cuidar los mares y océanos, evitar que se perfore la corteza terrestre y los fondos marinos, luchar contra el deshielo y tantas otras cosas están también en la lista de las personas que deseamos oxigenar el mundo.
Y de la misma manera, hay que oxigenar a los que nos están gobernando. Empezando por los grandes mandatarios que permiten que se quebranten las leyes y acabando, ahora que tenemos en tres cuartas partes del mundo la crisis económica que también es social y es de valores, con la casta política que nos representa a todos. Si, es cierto que los votamos. Pero eso no significa que puedan hacer lo que desean a su antojo olvidando que son nuestros gestores y se deben a nosotros que somos quienes los pusimos en el sillón que ocupan.
Volviendo al programa “Salvados” y aquí vais a encontrar la relación con la oxigenación, lo del recorrido de Jordi Évole por el Senado y el Congreso no tuvo desperdicio.  Primero porqué Xosé Manuel Pérez Bouza, senador del BNG, tuvo la desfachatez de afirmar que los 5.000 euros que se ganan en su cargo no son suficientes y los senadores deben cobrar más.
Haciendo el recorrido por esta cámara, cuya eficacia ponen en duda muchos españoles y también muchos de los propios senadores que cobran de ella,  vimos que entre la lista de los propios senadores hay hasta siete expresidentes de comunidades autónomas. Vamos que, como siempre se ha dicho, el Senado es un “cementerio de elefantes”.
Y luego, Évole se fue al Congreso de los Diputados. La segunda parte de la sorpresa del programa fue escuchar a todo un veterano en la política, el democratacristiano Josep Antoni Duran Lleida, recordando todas sus etapas políticas como diputado en Madrid, eurodiputado en Bruselas, conceller en Catalunya y otros tantos cargos que le han permitido vivir de este oficio las tres últimas décadas.
Aquí, justo en este punto, es cuando uno debe preguntarse hasta qué punto permiten que la política se oxigene, dando paso a cambios y relevos en los propios partidos, los que mandan en ellos. Porqué los que ahora ocupan los cargos directivos y de dirección son los primeros en aferrarse al puesto y no quieren que haya savia nueva. Para ellos las juventudes de su partido son lo que pegan los carteles en las campañas y los que ascienden un poco más no pasan de ser concejales con la mejor de las suertes.
Con una mayor oxigenación, o sea relevos en los partidos, el Congreso de los Diputados funcionaría de otra manera y el Senado podría adquirir otro peso como institución que el que ahora tiene y es de risa. Con los cambios, si hubiese democracia real y un funcionamiento asambleario, los bancos no gozarían de los silencios de ciertas administraciones y de sus ayudas, algunos empresarios no se creerían los dueños de todo lo que les rodea y la cadena de favores que tienen montada algunos se rompería para dar paso a otros tiempos.
Justamente lo que necesitamos, nuevos tiempos. Hay que decir basta al sistema que permite la corrupción, basta a los que apoyan a los bancos que desahucian, basta a los que cogen dinero de la caja de todos para no hacer nada aprovechando de un cargo que no ejercen, basta a los abusos. Demos aire a nuestro entorno más próximo en todos los ámbitos, no dejemos jamás que se nos contamine ni por tierra, ni por mar, ni por aire pero tampoco a través del sistema político que tenemos.Ángel Juárez Almendros.

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