Presidente de la Red Internacional de Escritores por la Tierra y de Mare Terra Fundación Mediterrània.
Viendo la redifusión de uno de los mejores programas
que se emiten ahora mismo por televisión, se debe uno replantear ciertas
cosas y exigir ciertos cambios. “Salvados”, espacio que presenta Jordi
Évole, nos ha permitido descubrir ciertas vergüenzas que están ahí hace
tiempo pero que gracias al popular “follonero” salen a luz pública.
Como
persona comprometida con el planeta tierra siempre he defendido las
causas que tratan de salvarlo denunciando aquellas que lo ponen en
peligro. No en vano, desde Mare Terra Fundación Mediterrània, entidad
que presido, hemos interpuesto multitud de denuncias por capítulos de
contaminación, agresiones al medio ambiente y por toda aquella acción
que haya puesto en peligro nuestro entorno más inmediato. Siempre he
creído que la lucha por conseguir algo se basa en la suma de esfuerzos y
que para llegar a lo global se debe empezar actuando desde el ámbito
actual.
El caso es que la suma proporcione el cambio que debemos
dar todos para oxigenar el planeta tierra en el que, y lo recuerdo una
vez más, estamos solo de paso. Hay que limpiar el ambiente de la
polución que lo consume, la contaminación que lo ahoga, la deforestación
que lo extingue y no agrandar más el famoso agujero de la capa de ozono
que tan olvidado tenemos. Cuidar los mares y océanos, evitar que se
perfore la corteza terrestre y los fondos marinos, luchar contra el
deshielo y tantas otras cosas están también en la lista de las personas
que deseamos oxigenar el mundo.
Y de la misma manera, hay que
oxigenar a los que nos están gobernando. Empezando por los grandes
mandatarios que permiten que se quebranten las leyes y acabando, ahora
que tenemos en tres cuartas partes del mundo la crisis económica que
también es social y es de valores, con la casta política que nos
representa a todos. Si, es cierto que los votamos. Pero eso no significa
que puedan hacer lo que desean a su antojo olvidando que son nuestros
gestores y se deben a nosotros que somos quienes los pusimos en el
sillón que ocupan.
Volviendo al programa “Salvados” y aquí vais a
encontrar la relación con la oxigenación, lo del recorrido de Jordi
Évole por el Senado y el Congreso no tuvo desperdicio. Primero porqué
Xosé Manuel Pérez Bouza, senador del BNG, tuvo la desfachatez de afirmar
que los 5.000 euros que se ganan en su cargo no son suficientes y los
senadores deben cobrar más.
Haciendo el recorrido por esta cámara,
cuya eficacia ponen en duda muchos españoles y también muchos de los
propios senadores que cobran de ella, vimos que entre la lista de los
propios senadores hay hasta siete expresidentes de comunidades
autónomas. Vamos que, como siempre se ha dicho, el Senado es un
“cementerio de elefantes”.
Y luego, Évole se fue al Congreso de
los Diputados. La segunda parte de la sorpresa del programa fue escuchar
a todo un veterano en la política, el democratacristiano Josep Antoni
Duran Lleida, recordando todas sus etapas políticas como diputado en
Madrid, eurodiputado en Bruselas, conceller en Catalunya y otros tantos
cargos que le han permitido vivir de este oficio las tres últimas
décadas.
Aquí, justo en este punto, es cuando uno debe preguntarse
hasta qué punto permiten que la política se oxigene, dando paso a
cambios y relevos en los propios partidos, los que mandan en ellos.
Porqué los que ahora ocupan los cargos directivos y de dirección son los
primeros en aferrarse al puesto y no quieren que haya savia nueva. Para
ellos las juventudes de su partido son lo que pegan los carteles en las
campañas y los que ascienden un poco más no pasan de ser concejales con
la mejor de las suertes.
Con una mayor oxigenación, o sea relevos
en los partidos, el Congreso de los Diputados funcionaría de otra
manera y el Senado podría adquirir otro peso como institución que el que
ahora tiene y es de risa. Con los cambios, si hubiese democracia real y
un funcionamiento asambleario, los bancos no gozarían de los silencios
de ciertas administraciones y de sus ayudas, algunos empresarios no se
creerían los dueños de todo lo que les rodea y la cadena de favores que
tienen montada algunos se rompería para dar paso a otros tiempos.
Justamente
lo que necesitamos, nuevos tiempos. Hay que decir basta al sistema que
permite la corrupción, basta a los que apoyan a los bancos que
desahucian, basta a los que cogen dinero de la caja de todos para no
hacer nada aprovechando de un cargo que no ejercen, basta a los abusos.
Demos aire a nuestro entorno más próximo en todos los ámbitos, no
dejemos jamás que se nos contamine ni por tierra, ni por mar, ni por
aire pero tampoco a través del sistema político que tenemos.Ángel Juárez Almendros.
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