Con la crisis
económica, el abandono de los animales domésticos se ha incrementado
alrededor de un 20 %. A los miles de animales domésticos que ya antes
deambulaban por la ciudades, se suman ahora los que 'se han visto
obligados' a hacerlo por falta de recursos de sus dueños.
En la mejor de las situaciones, estos animales llegan a un
centro de acogida, donde les buscan otro propietario o, en la peor,
terminan en perreras, donde si a los diez días nadie les adopta se les
da muerte.
La causa de estos abandonos se encuentra en muchos
casos en que los dueños son extranjeros que se quedaron a vivir en
España, pero ahora no encuentran trabajo y se ven obligados a regresar a
sus países. O los que han tenido que abandonar sus hogares para ir a
vivir a casas de familiares, en las que no se permite la entrada al
animal.
Comprobaciones primero
En
el caso de Fenixcan, casa de acogida de animales en la localidad
madrileña de Guadarrama, su gerente, Jesús Mas, aseguró que constatan la
veracidad la situación precaria de los dueños que quieren dejar un
animal.
"Hemos percibido que hay gente que aprovecha la coyuntura
para deshacerse del animal, pero nosotros pedimos documentación, porque
hay bastante picaresca", explicó Mas.
Las situaciones de obligado
abandono, puntualizó Mas, son las más dramáticas. "Nosotros en esta
protectora intentamos dar alternativas para que los apadrinen y los
puedan volver a ver, hasta que el propietario pueda mejorar su
situación. Pero hay personas que si no consiguen nos piden que les
busquemos una adopción".
En el caso de Fenixcan, así como en la
mayor parte de los centros de acogida, la infraestructura la crea el
Ayuntamiento, que la saca a concurso público para ser gestionada por una
empresa privada o ONG.
"Nosotros comenzamos a gestionar esta
empresa -dijo Mas- que en un primer momento tenía connotaciones de
perrera. Pero la convertimos en protectora de animales".
Según
Jesús Mas, en la actualidad hay más abandonos, pero también se está
dando un gran número de adopciones. "Llevamos aquí un año y medio, y en
este tiempo llevamos 240 adopciones, con seguimiento en cada una de
ellas".
Los más dramáticos
Para
la directora de la ONG 'Lavozanimal', Beatriz Mercen, también los
abandonos obligados por circunstancias económicas "son, entre todos, los
más dramáticos".
En el centro de acogida que trabaja esta ONG, en
Parla, se recogen anualmente entre 300 y 350 animales entre perros y
gatos al año, de los cuales, asegura Mercen, se adopta el 100 %.
En
el caso de este local, creado por el Ayuntamiento de esta localidad
madrileña, la ONG se ha visto abandonada por parte de la administración
y, desde hace tres años, reivindica que el centro no se convierta en una
perrera.
Para Mercen, los animales abandonados crean un problema
que las administraciones no resuelven. "Ellos se encargan de recoger los
animales como si fueran basura y los exterminan y, de esta manera, no
se da la solución social que demandan los ciudadanos".
Cada vez es
mayor el sacrificio de los animales y, de los 200.000 animales
abandonados que quedan internados al año en las perreras de toda España,
se termina sacrificando el 75 %. "Eso es un exterminio masivo", opinó
Mercen.
La directora de 'Lavozanimal' argumentó que casi todas las
perreras están gestionadas por empresas con ánimo de lucro y no les
interesa que termine el abandono de los perros, así como a las empresas
desrratizadoras (fabricantes de venenos) que les haría perder también su
negocio.
'La vozanimal' lleva 14 años en perreras municipales con
el objetivo de demostrar que se puede proteger al animal en centros
públicos y con asociaciones de personas particulares que se instituyen
en ONGs. Pero, dijo Mercen, "los ayuntamientos, en lugar de valorar este
trabajo y ayudar en esta labor social están desatendiendo las
necesidades de los animales".
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