Según las
primeras pruebas desarrolladas, comparado con una placa de yeso
laminado, este nuevo material compuesto –que es 100% material
reciclado–
ECOticias.
Un equipo de investigadores del campus de Gandia de la
Universitat Politècnica de València y del Grupo LEPAMAP de la
Universitat de Girona ha desarrollado en laboratorio un nuevo aislante
acústico que incorpora desechos de poda de pinos, naranjos y otros
residuos similares junto con polipropileno (plástico comúnmente
utilizado en juguetes, electrodomésticos y automóviles).
Según las primeras pruebas desarrolladas, comparado con una placa de
yeso laminado, este nuevo material compuesto –que es 100% material
reciclado– duplica su capacidad de aislamiento acústico. Los resultados
de este trabajo han sido publicados por la revista BioResources.
Jesús Alba, investigador del campus de Gandia de la UPV, señala que
cada vez existe más demanda de nuevas soluciones que garanticen el
aislamiento acústico de los edificios frente al ruido en pro del
confort de los ciudadanos. “En este sentido, los materiales compuestos
como el que hemos desarrollado constituyen una nueva alternativa, tanto
desde el punto de vista tecnológico como medioambiental”, apunta Alba.
Propiedades mecánicas y acústicas
En su estudio, los investigadores de la UPV y la UdG analizaron las
propiedades mecánicas y acústicas del nuevo material, comparándolas con
las de materiales compuestos convencionales fabricados con fibra de
vidrio y con materiales ligeros utilizados comúnmente en la edificación.
“Comparado con una placa de yeso laminado, se consigue aumentar tres o
más decibelios, es decir, duplicamos el aislamiento. Y utilizado como
sándwich doble podemos cuadriplicarlo, obteniendo mejoras de seis
decibelios o más”, destaca Jesús Alba.
Para llevar a cabo estos análisis, los investigadores utilizaron
AISLA, una aplicación informática desarrollada en los laboratorios del
campus de Gandia de la UPV que permite conocer in situ el índice de
reducción sonora de los materiales.
“AISLA presenta una ventaja importante frente a la mayoría de
aplicaciones comercializadas, y es que se pueden caracterizar los
materiales de forma real (con valores que se obtienen en el propio
laboratorio) y no con estimaciones de modelos numéricos”, indica Jesús
Alba.
Asimismo, debido a la procedencia de las materias primas con las que
está construido, aplicado al mercado se trataría de un producto
económicamente muy competitivo, para el desarrollo de habitáculos
interiores y elementos separadores de medios de transporte, entre otras
aplicaciones, concluye.
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