El veterano aventurero británico Ranulph Fiennes sufrió severas congelaciones durante un entrenamiento lo que le ha obligado a abandonar sus planes de cruzar la Antártida durante el invierno, anunciaron hoy los organizadores de esa expedición.
El equipo que acompaña a Fiennes espera ahora a que mejoren las
condiciones climatológicas para trasladar al explorador a la estación
antártica Princesa Isabel, a 70 kilómetros de donde se encuentra, y
evacuarlo más tarde a Sudáfrica.
A sus 68 años, Fiennes entrenaba
para intentar atravesar una de las regiones más frías del planeta
durante el invierno austral, que comienza el próximo 21 de marzo, una
marcha de más de 3.200 kilómetros en una oscuridad casi completa y con
temperaturas que pueden alcanzar los 90 grados bajo cero.
El
británico quedó herido tras caer en la nieve durante un entrenamiento y
haber intentado reparar uno de los enganches de sus esquís con las manos
descubiertas a una temperatura de -30 grados centígrados, explicó en un
comunicado la organización sin ánimo de lucro británica "Seeing is Believing", que impulsó la travesía.
"Hasta
que no mejore el tiempo Fiennes no podrá salir. El plan de evacuación
está por el momento en suspenso porque una ventisca hace imposible su
traslado", señaló la organización, que recoge fondos para prevenir la
ceguera.
Los compañeros de Fiennes, que partieron junto a él de
Londres el pasado 6 de diciembre, tienen intención de continuar con un
reto que busca "forzar los límites de la resistencia humana", según
describió el aventurero.
El trayecto a pie que el grupo tiene
previsto recorrer comienza en la base rusa Novolazareskaya y concluye en
el Mar de Ross, una bahía profunda en el océano Glacial Antártico.
Hasta
ahora, ninguna expedición ha logrado cruzar la Antártida durante el
invierno tal como pretendía hacer Fiennes, la primera persona que
alcanzó los dos polos por tierra y el británico de más edad que coronó
el Everest, a los 65 años. EFEverde
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