La Agencia de Pesca de Japón denunció hoy una nueva obstrucción de la asociación conservacionista Sea Shepherd en su campaña de captura de ballenas "para fines científicos" en el Océano Antártico.
 Un portavoz de la organización nipona dijo hoy a Efe que el 
pasado 25 de febrero entre las 12.00 y las 15.00 hora de Japón (entre 
las 3.00 y las 6.00 GMT), tres barcos de Sea Shepherd se acercaron al 
ballenero "Nisshin maru", y que dos de ellos golpearon en cinco 
ocasiones a este navío y a otro que le suministraba combustible.
Un portavoz de la organización nipona dijo hoy a Efe que el 
pasado 25 de febrero entre las 12.00 y las 15.00 hora de Japón (entre 
las 3.00 y las 6.00 GMT), tres barcos de Sea Shepherd se acercaron al 
ballenero "Nisshin maru", y que dos de ellos golpearon en cinco 
ocasiones a este navío y a otro que le suministraba combustible.
La
 Agencia de Pesca, responsable del programa de capturas de cetáceos 
nipón, dijo que el mismo día 25 tres botes de la organización ecologista
 lanzaron a su vez cabos a la hélice del ballenero Yushin Maru con la 
intención de boicotear sus actividades.
Ninguno de los ocupantes de las embarcaciones niponas resultó herido.
EEUU les prohíbe acercarse a los barcos japoneses
El
 pasado 17 de diciembre un tribunal de EEUU prohibió a miembros de Sea 
Shepherd acercarse a menos de 450 metros de distancia de los balleneros 
nipones, impedir sus actividades y comprometer su seguridad, aseguró el 
portavoz de la agencia.
Éste también subrayó que el tribunal ha 
desestimado la apelación de la asociación y que por ello el pasado 11 de
 febrero el Gobierno nipón denunció a Sea Shepherd por desacato.
En
 los últimos días, la organización ha intensificado su campaña de este 
año contra los balleneros japoneses en la Antártida, denominada 
"Tolerancia Cero" y en la que participan cuatro embarcaciones y 120 
activistas.
Australia, Estados Unidos, Holanda y Nueva Zelanda han
 instado a los ecologistas a adoptar una actitud responsable esta 
temporada en aguas de la Antártida, donde Sea Shepherd ha protagonizado 
en ocasiones anteriores abordajes, lanzamientos de ácidos corrosivos o 
encadenamientos de sus activistas a los balleneros japoneses.
Japón
 abandonó la caza de ballenas en 1986 tras una moratoria internacional, 
pero la retomó un año después tras alegar motivos científicos y fletó 
expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de 
Cetáceos, dependiente de la Agencia de Pesca. EFEverde
 

 
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