sábado, 1 de diciembre de 2012

Científicos valencianos estudian reducir con oxidación avanzada contaminantes en el agua como los fármacos

El centro tecnológico Ainía y el Instituto Tecnológico Metalmecánico-AIMME de Valencia van a estudiar alternativas de tratamiento de aguas por oxidación avanzada, para reducir contaminantes como pesticidas, fármacos o surfactantes, agentes químicos en superficie.

El objetivo es reducir, de forma más eficaz que los tratamientos convencionales, los contaminantes emergentes detectados en el ámbito urbano, industrial y agrícola.
En los últimos años, los procesos de oxidación avanzada han cobrado protagonismo por presentar un gran potencial como tratamientos de depuración de contaminantes que no pueden ser reducidos o eliminados mediante sistemas de tratamiento convencionales, principalmente el biológico.
El proyecto OXAGUA, que se desarrollará durante tres años, estudiará la aplicación de esta clase de procesos mediante dos tipos de tratamientos, basados en la utilización del ozono, del que se encargará Ainia, y en procesos electroquímicos, responsabilidad de AIMME.
OXAGUA está financiado por el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), dentro de su programa de proyectos en cooperación, y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunidad Valenciana (2007-2013).
Los contaminantes emergentes son objeto de estudio prioritario para los principales organismos dedicados a la protección de la salud pública y medioambiental, tales como la Organización Mundial de la Salud, la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos, o la Comisión Europea.
Los contaminantes se encuentran normalmente en el ámbito urbano (derivados por ejemplo de fármacos, de productos de higiene personal o subproductos desinfectantes), industrial (derivados de surfactantes o aditivos de las gasolinas) y agrícola-hortofrutícola (pesticidas).
Estos contaminantes corresponden, en la mayoría de los casos, a contaminantes no regulados, que pueden ser candidatos a regulación futura, dependiendo de investigaciones sobre sus efectos potenciales en la salud y el medio ambiente a largo plazo, según señalaron fuentes de los equipos investigadores.
En los últimos años, el desarrollo de nuevos y más sensibles métodos de análisis ha permitido alertar de la presencia de estos contaminantes en fuentes de abastecimiento de agua, aguas subterráneas e incluso en agua potable.
Muchos de estos contaminantes son resistentes a los tratamientos convencionales de depuración y están presentes tanto en aguas residuales como depuradas. EFEverde

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