
La polémica mina de oro que una multinacional canadiense pretende explotar
a cielo abierto en Corcoesto (Cabana de Bergantiños) superó ayer el
trámite ambiental pese a las críticas recibidas por el proyecto desde
los colectivos ecologistas. La Consellería de Medio Ambiente aprobó la
declaración de impacto ambiental del yacimiento promovido por Edgewater,
una empresa con sede en Vancouver, imponiéndole a la firma la
obligación de separar la explotación un mínimo de 140 metros del espacio
natural protegido del río Anllóns. Los grupos contrarios a la mina
aseguran que este paraje se verá afectado por las filtraciones de
cianuro sódico, una compuesto muy corrosivo que utilizará la empresa
para extraer el oro de Corcoesto.
Medio Ambiente sostiene que los requisitos incluidos en la
declaración de impacto ambiental aprobada servirán para “salvaguardar”
los valores naturales del área del río Anllóns “de posibles afecciones”.
En un informe remitido por la multinacional a la Xunta, Edgewater admite que en el ecosistema de la zona se producirán alteraciones
en la red de drenaje de las aguas superficiales, se emitirá polvo
durante el triturado de la roca y se destruirá el suelo que ocupará la
escombrera de la mina. El proyecto continúa ahora los trámites para ser
aprobado por la Xunta.

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