Con un recorrido por la ría de Vigo y una inspección de las
retrasadas obras de la depuradora de la ciudad iniciaron ayer varios
diputados europeos una visita a Galicia. Quieren comprobar cuánta razón
tienen los ciudadanos que en los últimos años han protestado ante la
Eurocámara por la deficiente calidad ambiental de las rías. Para ello,
visitarán hoy las de O Burgo y Ferrol y elaborarán un informe con el que
la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo decidirá si pide que
la UE actúe contra España por maltratar espacios protegidos.
La delegación está formada por el conservador francés Philippe
Boulland, la liberal austriaca Angelika Werthmann y la verde letona
Tatjana Zdanoka, a los que acompañan como simples invitados varios
eurodiputados españoles. Tras reunirse en Santiago con los conselleiros
de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y Mar, Rosa Quintana, el
conservador Boulland optó por la diplomacia. Recordó los varios
“procedimientos de infracción” abiertos en los últimos años por la UE
contra España por el estado de las rías y aseguró que los problemas
surgen de “un desarrollo económico legítimo pero que se tiene que
equilibrar con un desarrollo sostenible”. El eurodiputado dijo haber
obtenido “respuestas a muchas de las preguntas” que formularon, elogió
los “ingentes esfuerzos realizados por la Xunta” y aseguró que “las
cosas están bien encaminadas y se percibe una mejora”.
Aunque el poder de la Comisión de Peticiones es limitado, la agenda
de su visita ha sido modificada varias veces por supuestas presiones
políticas, y sus conclusiones no se conocerán hasta mayo, tras las
alegaciones que presenten ciudadanos y Administraciones, la Xunta lleva
días preparándose para lo peor con declaraciones y notas de prensa
elogiando sus propios esfuerzos. Ayer el conselleiro Hernández habló de
“avances” y “planes de futuro”, pero reconoció que la delegación le ha
solicitado más datos técnicos. Otras fuentes presentes en la reunión
indicaron que la Xunta deberá justificar también las inversiones
realizadas en los últimos años.
Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, optó por el
triunfalismo y tras asegurar el lunes que la ciudad enfoca el problema
de forma “brillante” y está construyendo el “mejor sistema de
tratamiento de aguas del mundo”, ayer rechazó “lecciones
medioambientales de nadie” ya que “a defensa del medio ambiente, al
alcalde de Vigo no le gana nadie”. Pese a estas declaraciones de
Ayuntamiento y Xunta —el Gobierno central, responsable último ante la
UE, guarda silencio—, son varios los puntos de toda Galicia en los que
no se puede mariscar o está prohibido el baño por la elevada
contaminación de las aguas sin que sucesivos gobiernos locales,
autonómicos y estatales —de PP, PSOE o BNG— hayan sabido encontrar
soluciones.
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