La Fundación Oso Pardo cuenta desde este año con voluntarios que, gracias a la mediación del Gobierno de Cantabria, colaborarán en ocho jornadas de plantación de frutales en Liébana para enriquecer el hábitat de los osos y hacer un trabajo significativo de cara a la conservación de esta especie.
Hoy tiene lugar en Liébana la segunda jornada de plantación de
frutales que impulsa el Gobierno de Cantabria, por medio de su Plan
Provoca de voluntariado, junto con la Fundación Oso Pardo.
Esta
iniciativa del Gobierno regional y de la Fundación Oso Pardo consiste en
ocho jornadas de plantación de frutales, que se van a desarrollar todas
en Liébana, entre Pesaguero y Cabezón de Liébana.
Y el escenario
escogido no es casual, porque Liébana es una zona de gran interés osero y
con potencial para el enriquecimiento del hábitat de esta especie.
El
presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, destaca que
se eligen zonas frecuentadas por osas con crías para plantar estos
frutales, que se protegen con tubos de plástico degradable y a los que
se realiza un seguimiento a lo largo de unos cinco años.
Según
señala a Efe, dado el "éxito" de participación hasta ahora, este año se
podrían superar las 2.000 unidades plantadas, lo que lleva a pensar que
"se notará en la oferta de alimento y en la población de osos".
Palomero
agrega que la presencia de osos va creciendo en la Cordillera
Cantábrica, de forma que hay una presencia estable de osos en Cantabria,
especialmente en Campoo y en Liébana.
Y es que a las osas las
gusta criar en la Montaña Palentina y pasar el otoño y el invierno en
Liébana, comenta Palomero, que apunta que este año en esa zona ha habido
al menos una hembra con un pequeño y otra con tres. "Es algo muy bonito
y muy interesante", apostilla.
Para realizar esta plantación de
hoy se han desplazado a Liébana 57 personas -contando a tres monitores
de la fundación-, que han ido a esta comarca de Cantabria en autobuses
desde Santander.
Palomero señala que esta cifra "está más que
bien" para un programa de voluntariado, y destaca que se han superado
las previsiones.
"Aspirábamos a plantar un número de árboles y se
ha multiplicado por dos", ha dicho, antes de precisar que, "como
mínimo", hoy esperan poblar el monte con 300 cerezos y 85 manzanos.
Son
especies que tienen un elevado interés para el oso. "A los osos les
encantan las cerezas y además las buscan en un momento en que ellos
tienen mayor escasez de comida, que es en los meses de junio y julio",
explica Palomero.
Entonces, los osos pasan de una alimentación de
hierbas (de primavera) a otra con bayas y moras. "Es una época de
alimentación de poco aporte calórico y las cerezas, aparte de que les
deben de gustar mucho, es un recurso de lo más energético que pueden
encontrar en ese tiempo", agrega el presidente de la Fundación Oso
Pardo.
Esta entidad ya plantaba frutales con anterioridad, pero
este año es el primero en el que participan voluntarios en esta
iniciativa, de la mano del Gobierno cántabro y su programa Provoca.
Tiene
incluso montes en propiedad en la Cordillera y recurría a cooperativas
profesionales para abordar este trabajo de plantación de frutales.
De
hecho, el año pasado con fondos europeos se plantaron cerca de 30.000
árboles en el occidente cantábrico. "Estamos encantados de participar en
este programa", resalta Palomero, que cree que impulsar el voluntariado
en este sentido es "una gran idea" para "dar una oportunidad" a la
gente concienciada con el cuidado de la naturaleza y la conservación del
oso.
Palomero advierte de que "el trabajo es fuerte" y de que "se
tiene que sudar la camiseta", aunque también "hay diversión" y, sobre
todo, se vive una buena "jornada de convivencia" en contacto con la
naturaleza.
El presidente de la Fundación Oso Pardom anima a
participar en esta iniciativa, pero avisa de que quien acuda debe llevar
ropa de monte, que abrigue bien y que no le importe manchar.
Los promotores ponen el material y los útiles, pero "hay que saber que es invierno y que puede hacer frío". EFE
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