lunes, 4 de febrero de 2013

Vertidos continuados de aguas residuales en Salas, Asturias

En ambos casos, dichos vertidos de aguas residuales se realizan de forma continua desde hace varios años sin ningún tipo de tratamiento o depuración previa
 ECOticias.
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha instado al Gobierno del Principado para que aclare, a medio de solicitud de información ambiental, las circunstancias relativas a los vertidos continuados de aguas residuales que se realizan sobre el concejo de Salas convirtiendo sus cauces en cloacas.

En ambos casos, dichos vertidos de aguas residuales se realizan de forma continua desde hace varios años sin ningún tipo de tratamiento o depuración previa, transformado de tal forma el río Nonaya a partir de ese punto de confluencia que más bien parece un colector donde es imposible que prospere cualquier forma de vida piscícola.

La presencia de contaminación resulta aún más evidente y grave a la salida del propio pueblo de Salas, donde todos los vertidos procedentes del núcleo urbano se realizan igualmente sin depuración previa ni tratamiento de las aguas residuales sobre el río Nonaya, con el consiguiente daño grave a la vegetación y el ecosistema de las aguas fluviales,  generando una situación de contaminación e insalubridad de gran impacto social y medioambiental.
Tambien se producen al arroyo del Venuco, por los vertidos en el Polígono Industrial del Zarrín, a los que se ha de añadir los generados por el núcleo urbano de La Espina.

A la presencia de contaminación de origen orgánico, se tiene que añadir la que han ocasionado los compuestos inorgánicos generados con ocasión de las obras de la inicialmente prevista autovía de Salas a La Espina, inaugurada como una vía rápida y que ha afectado a numerosos afluentes de dicho río, a las que se suman otras obras de una gran afección, como las de la realización del paseo fluvial de Salas e incluso las del propio colector de saneamiento Salas-Cornellana. Dicho colector estaba previsto para llevar los vertidos desde Salas a Cornellana y a partir de ahí conducirlos a la depuradora del Bajo Nalón, pero no se acaban de ver materializadas, tras varios años de realización inconclusa y numerosas paralizaciones de las obras.

Es inadmisible que el Ayuntamiento de Salas, que debiera de ser el mayor interesado en proteger sus propias riquezas naturales, por el contrario sea el principal responsable de la degradación y deterioro de las mismas, convirtiéndolo al río Nonaya en un río sin vida y fuertemente contaminado, cuando antes albergaba especies como la rana común, reos, truchas e incluso, en el curso más bajo, salmones.

 Hay que recordar que a la Administración pública le corresponde el control y el mantenimiento de la calidad de las aguas y que tiene como obligación mejorar y restaurar el ecosistema de las mismas, ejerciendo funciones de policía, evitando su degradación y prohibiendo y limitando vertidos con la imposición de cánones que deben revertir en el saneamiento de los ríos. Denunciamos que nada al respecto se está haciendo para evitar el riesgo ecológico contaminante de las aguas ni la alteración en el ecosistema fluvial. 

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