martes, 5 de febrero de 2013

La isla de Socotra en el Oceano Índico, aporta 69 nuevas especies de insectos

Este trabajo es un ejemplo de colaboración científica internacional. Inicialmente fue concebido como un proyecto checo-yemení para la restauración de la flora amenazada de la isla
 ECOticias.
El estudio ha sido publicado recientemente con formato de libro como un suplemento de la revista Acta Entomologica Musei Nationalis Pragae y está dedicado al estudio de la biodiversidad de los insectos de la isla de Socotra. La mayoría de sus más de seicientas páginas se ocupan del estudio del grupo de animales más numeroso en la isla, los coleópteros, y en él se describen sesenta y nueve nuevas especies.
Este trabajo es un ejemplo de colaboración científica internacional. Inicialmente fue concebido como un proyecto checo-yemení para la restauración de la flora amenazada de la isla, pero pronto los botánicos desplazados a la isla comenzaron a darse cuenta de la abundancia de especies de insectos asociados a esas plantas.
Los ejemplares capturados en sucesivas expediciones han sido enviados a numerosos especialistas en todo el mundo, entre ellos el profesor Juan Antonio Delgado, del Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia. Sus trabajos confirman ahora que el apelativo de “las otras islas Galápagos”, otorgado por los científicos al archipiélago de Socotra, es completamente acertado.
Cuatro nuevas especies de coleópteros acuáticos
Entre las especies descritas en el libro, se encuentran tres especies de coleópteros hidrofiloideos: Hemisphaera socotrana, Georissus maritimus y Georissus nemo descritas por el profesor Delgado en colaboración con otros dos colegas de Italia y la República Checa. Las tres especies habitan en distintos humedales de la isla y han recibido nombres relacionados con su distribución o hábitos de vida. Hemisphaera socotrana pertenece a un género que consta de pocas especies y que se distribuye por las costas del Mediterráneo y parte del océano Indico. Se estima que debe tratarse de uno de los muchos endemismos de la isla y, por este motivo, la han denominado utilizando el nombre de ésta.
Las otras dos especies pertenecen a un grupo de coleópteros distinto; “de ellas destaca por su interés Georissus nemo, especie que, al contrario de sus parientes próximos, prefiere sumergirse bajo el agua por largos periodos de tiempo”, explica cuenta Delgado. La decisión de la especie de “aislarse por inmersión” de sus parientes cercanos, recordó a estos investigadores la tomada por el capitán Nemo en las obras de Julio Verne.
El nombre que esta especie ha recibido se inspira en esta idea y en el hecho de que el novelista francés se inspiró en los paisajes de la isla para ambientar algunos de sus libros. Para diferenciar a las diferentes especies del género Georisssus se emplea la rugosidad de sus élitros (primer par de alas transformadas en los coleópteros en un estuche protector de las alas con las que realmente vuelan), característica que ha sido estudiada en este caso empleando técnicas de microscopía electrónica.
La cuarta especie descrita por Juan Antonio Delgado, esta vez en colaboración con un colega del Museo de Historia Natural de Viena, es Limnebius dioscoridus (Dioscoridion es el nombre con el que se conocía a la isla ya en el siglo I a. de C.) y resulta ser una especie de coleóptero acuático diminuta que ronda los 0,8 mm. Para estudiar esta especie se ha debido diseccionar el sistema reproductor de la hembra y el macho sin destruir al ejemplar. Dicho trabajo necesita de una especial pericia al tratarse de una especie de tan reducido tamaño. Debe tenerse en cuenta que, comparados con la cabeza de un alfiler, los ejemplares de esta especie son manifiestamente más pequeños.

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