El Pennisetum setaceum más conocido como "rabo de gato" es una planta invasora que se da en zonas de Canarias y Andalucía con la que investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) han hecho papel que sirve para hacer desde cajas para botellas de vino hasta tarjetas de presentación.
La innovación de esta investigación no está en la forma de
hacer el papel, que se hace de forma artesanal, sino en el hecho de
buscarle una salida sostenible a esta planta, que tiene una capacidad de
colonización muy agresiva y desplaza sin mucha dificultad a las
especies autóctonas.
Así lo explica en una entrevista con Efe el profesor de diseño en la facultad de Bellas Artes de la ULL
Alfonso Ruiz, quien indica que esto mismo se puede hacer con cualquier
especie invasora y "con el valor añadido de que se controla una especie
que daña a la biodiversidad del lugar".
Con la masa de pulpa celulósica en sus manos, Alfonso Ruiz
destaca que el interés de este proyecto, financiado por el Cabildo de
Tenerife y apoyado por la Universidad de La Laguna, la Universidad de Barcelona y el instituto de Geobotánica de Hannover (Alemania), está en que todo el proceso que lleva a cabo para la fabricación del papel es sostenible.
El
papel no se blanquea, por cuestiones estéticas y para evitar sustancias
químicas, el agua se limpia de la lignina para poder reutilizarla y los
investigadores buscan la forma de introducir energías renovables.
Fabricación del papel
El
proceso de fabricación del papel parece sencillo: se hierve en una olla
a presión la planta con sosa para poder extraer la lignina y de esa
cocción se obtiene una masa de pulpa celulósica, que se tritura y
disuelve en agua antes de prensar y secar.
Una vez seca ya es
papel, un papiro de textura rugosa y de color ocre que podría utilizarse
para hacer cajas, posavasos y manteles individuales con conciencia
medioambiental.
"Lo que se haga podría orientarse al sector
turístico, a la artesanía y al sector agroalimentario para que potencie
la imagen de los productos ecológicos", asegura Alfonso Ruiz.
En
su opinión, la comercialización ideal sería como envoltorio para que así
los turistas se lo llevasen con las cosas que compren y así no sólo
contribuyan a controlar esta planta invasora, sino también a su puesta
en valor y a su erradicación, pues saldría del paisaje con cada turista.
En
esta investigación participan ingenieros, licenciados en Bellas Artes,
químicos y biólogos, quienes buscan la forma más ecológica de sacarle el
máximo partido a esta planta, capaz de colonizar mucho espacio en poco
tiempo.
La profesora titular del departamento de Biología Vegetal de la ULL,
Victoria Eugenia Martin, que también participa en este estudio, destaca
que el Pennisetum setaceum, que proviene de África, se da en zonas
aéreas y bajas de Canarias, sobre todo en Tenerife y La Palma, y en las
provincias de Málaga y Almería, donde fácilmente se puede localizar en
cunetas al borde de las autopistas.
"La utilidad fundamental de
este proyecto es concienciar a todo el mundo de la gravedad de las
especies invasoras y la importancia de su control. Ésta es una salida",
apostilla Alfonso Ruiz. EFEverde
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