Aunque las
fuentes de energía renovables y nuclear, que emiten baja cantidad de
dióxido de carbono (CO2), abastecerán alrededor de 40 por ciento del
crecimiento de la demanda mundial en 2035
ECOticias.
Brasil será protagonista de grandes cambios energéticos en las siguientes dos décadas, en gran medida por la explotación de sus fabulosos yacimientos de crudo en aguas profundas, señala el último informe de la Agencia Internacional de Energía.
El consumo y la producción de energía están viviendo transformaciones
radicales, pero el clima del planeta sigue enrumbado a un aumento de
temperatura de 3,6 grados, asevera un informe divulgado durante la
conferencia sobre cambio climático de la ONU, en la capital de Polonia.
ADVERTISEMENT
Brasil
desempeñará un rol crucial para calmar la creciente sed de petróleo de
los países en desarrollo, plantea la edición 2013 de las “Perspectivas
de la energía en el mundo”, elaborada por la Agencia Internacional de
Energía (AIE). La proyección llega hasta 2035 y establece que, para
entonces, el grueso del crecimiento del consumo de crudo y gas se
mudará a India y a los países del sudeste asiático y de Medio Oriente.
Aunque las fuentes de energía renovables y nuclear, que emiten baja
cantidad de dióxido de carbono (CO2), abastecerán alrededor de 40 por
ciento del crecimiento de la demanda mundial en 2035, las emisiones de
CO2 del sector energético serán 20 por ciento más altas. Y esto
presumiendo que los países cumplirán con todos sus compromisos de
reducción para 2020. Canadá, por ejemplo, no lo logrará.
Es necesario que las emisiones lleguen a su pico en 2020 y a partir
de allí se reduzcan para que sea posible mantener el aumento de la
temperatura planetaria en menos de dos grados, según el Informe Gap
2013, divulgado el 5 de este mes por el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA).
“Si permanecemos en el rumbo actual, no nos acercaremos al objetivo
de limitar el aumento a dos grados”, dijo Maria van der Hoeven,
directora ejecutiva de la AIE, en un comunicado publicado el martes 12
en el marco de la 19 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 19), que se
extenderá hasta el 22 de este mes en Varsovia.
Los subsidios a los combustibles fósiles, cuyo costo global llegó en
2012 a 544.000 millones de dólares, son el principal estímulo para
cruzar el umbral de los dos grados.
Estas subvenciones gubernamentales mantienen los precios
artificialmente bajos y socavan los logros en reducción del consumo por
mayor eficiencia y en adopción de fuentes renovables, señala el informe
de la AIE.
“En Bolivia, el diésel (gasóleo), la gasolina y el gas natural están
fuertemente subsidiados, así que es casi imposible trabajar con fuentes
renovables”, dijo Dirk Hoffmann, director del Instituto Boliviano de
la Montaña en La Paz, Bolivia.
“El transporte también está muy orientado hacia los automóviles
individuales, y los números van rápidamente en aumento”, señaló Hoffmann
a Tierramérica.
El informe de la AIE dedica una sección especial a Brasil, pues
estima que se convertirá en una superpotencia energética mundial. Sus
enormes yacimientos submarinos de petróleo y gas en aguas profundas
aportarán un tercio del crecimiento de la oferta mundial de crudo para
2035, y el país se convertirá en el sexto mayor productor mundial.
La demanda primaria de energía crecerá 80 por ciento, y el consumo
eléctrico se duplicará a instancias de una clase media mucho más grande.
La clave para sostener este desarrollo será la capacidad del país para
obtener grandes inversiones, de unos 90.000 millones de dólares por
año.
Así y todo, la huella de carbono de Brasil seguirá siendo baja.
Actualmente, 43 por ciento de su energía procede de fuentes renovables,
principalmente la hidráulica, seguida de biomasa y agrocombustibles.
El gigante sudamericano también experimentará gran crecimiento en agrocombustibles y energía eólica.
El Plan Decenal de Expansión de Energía prioriza la
hidroelectricidad, la energía eólica y la biomasa. Se espera que para
2020, la expansión de estos sectores reduzca las emisiones proyectadas
en 234 millones de toneladas de CO2, dijo a Tierramérica una fuente del
gobierno brasileño.
“Combinadas, las centrales eólicas, las térmicas a biomasa y las
pequeñas hidroeléctricas duplicarán su participación de ocho a 16 por
ciento”, agregó.
América Latina podría funcionar con 100 por ciento de energía
renovable, según varios estudios, incluyendo la exhaustiva Global Energy
Assessment 2012. Para 2050, las fuentes renovables podrán satisfacer
entre 60 por ciento y 100 por ciento de las necesidades energéticas de
la región, sostiene ese informe.
Sin embargo, si se excluyen las grandes centrales hidroeléctricas,
menos de 10 por ciento de la energía en América del Sur se obtiene de
fuentes renovables.
Aunque casi todos los países dicen querer desarrollar las fuentes
limpias, los subsidios a los combustibles fósiles distorsionan el
mercado, según un análisis comparativo de las condiciones
institucionales y técnicas relevantes para la integración de la energía
renovable en América del Sur.
El estudio fue elaborado por expertos de Alemania, Chile, Brasil y
Bolivia, y señala que estos subsidios son mucho mayores que los
incentivos o los beneficios impositivos diseñados para alentar el
desarrollo de fuentes renovables.
Otra dificultad es la atracción de inversiones, sobre todo
extranjeras, para las fuentes renovables. Se requieren mejores
regulaciones e incentivos para responder a las cambiantes condiciones
del mercado global, señala el informe.
Se espera que el tratado sobre cambio climático que la comunidad
internacional debe adoptar a partir de 2015 acelere el proceso
sudamericano hacia una matriz energética más verde, limpia y
diversificada. Factores domésticos, como los costos e impactos
crecientes de los combustibles fósiles, pueden elevar el interés en un
modelo energético bajo en carbono, concluye el informe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario