miércoles, 4 de diciembre de 2013

Chile crea una plataforma que detecta moluscos contaminados en dos horas

El trabajo de investigación consiste en tratar de alertar tempranamente a los consumidores, sobre moluscos que eventualmente puedan estar contaminados con el veneno paralizante que contienen algunos moluscos filtradores.
INNOVAticias.
Patricio Villalobos, investigador asociado del Centro de Biotecnología “Dr. Daniel Alkalay Lowitt” de la Universidad Técnica Federico Santa María, obtuvo financiamiento de Fondef para su proyecto “Desarrollo de una plataforma de biosensor lipídico para la detección de marea roja in situ”, en el marco del II Concurso de Investigación Tecnológica del Programa IDeA.
El trabajo de investigación consiste en tratar de alertar tempranamente a los consumidores, sobre moluscos que eventualmente puedan estar contaminados con el veneno paralizante que contienen algunos moluscos filtradores. Villalobos explica que “estos animales, en general, son bioacumuladores y por ende pueden acumular toxinas derivadas de floraciones de marea roja que provienen, entre otros, de dinoflagelados y que son paralizantes para el cuerpo humano”.

Su propuesta para proteger a los consumidores de estos alimentos es desarrollar una membrana lipídica artificial y cromática, de modo que sea una “célula fantasma”. De esta manera, por medio de la ingeniería genética, se crearía un canal de sodio que permitirá emular el bloqueo del canal por la presencia del veneno paralizante.

Pero ¿cómo detectarlo? El investigador señala que la “célula fantasma” cambiará de color una vez que haya identificado su contaminación. De este modo, el consumidor de moluscos estará en alerta de que se encuentra ad portas de comer o comercializar un producto contaminado. Por otra parte, Villalobos también señala que hay otros beneficios con este proyecto: “Se evita el ensayo con ratones y además la alerta temprana permite detectar el problema en dos horas, versus las 72 horas en las que se demora con el ensayo de ratón”.

Su equipo de trabajo está liderado por él y también por el Dr. Pablo Conejeros, biólogo marino de la Universidad de Valparaíso. Además, cuentan con la colaboración de los bioquímicos Edra Jiménez y Fernando Dorta, del Centro de Biotecnología, y un académico israelí. “Además pretendemos la formación de capital humano a través del apoyo de alumnos tesistas de pregrado, que esperamos sean de la USM”, acota.

El trabajo se desarrollará durante los próximos dos años con un financiamiento de 120 millones que le adjudicó Fondef. Respecto a este logro, el Dr. Villalobos señaló sentirse con una “gran satisfacción personal”. Somos un pequeño grupo que hemos levantado más de mil millones en proyectos desde 2008 y siempre hay desafíos por realizar para contribuir a la I+D dentro de la USM y en Chile. Por otra parte, creo que esto incentiva a otros colegas a competir en la ciencia y la tecnología y así fomentar el desarrollo”.

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