sábado, 7 de diciembre de 2013

China eleva la alerta por la extrema contaminación en el este y centro del país

Una pareja se protege de la polución con máscaras, cerca de la plaza de Tiananmen, en Pekín. EFEPeatones circulan por las calles contaminadas de Shenyang en China. EFE/ArchivoChina activó hoy la alerta naranja, la de mayor gravedad por detrás de la roja, ante los graves niveles de contaminación que se registran en regiones del este y centro del país, y que han obligado esta semana a cerrar escuelas y retrasar vuelos.
El Centro Meteorológico chino elevó este sábado la alerta de amarillo a naranja en la costa oriental del país, como en Jiangsu, Zhejiang, Anhui o la metrópolis de Shanghái; y en el centro, como en Henan.
A pesar de la alerta, el centro anunció que la situación mejorará a partir de este fin de semana, gracias a la llegada de un frente frío hoy que vendrá acompañado de fuertes vientos, lo que ayudará a limpiar el aire, si bien conllevará una bajada de temperaturas.
Las regiones de Jiangsu, Zhejiang y Henan llevan seis días sufriendo altos niveles de polución del aire, mientras que Shanghái, la capital económica china, alcanzó el viernes niveles de extrema gravedad y obligó a retirar vehículos oficiales de las calles, detener las obras de construcción y mantener a los niños en el interior de los edificios.
La concentración de partículas PM 2,5, aquellas inferiores a las 2,5 micras y las más peligrosas para la salud por su capacidad de infiltrarse en los pulmones, superó los 600 microgramos por metro cuadrado, el nivel más alto desde que la ciudad comenzó estas mediciones el pasado diciembre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una concentración no superior a los 25 microgramos por metro cuadrado.
Las autoridades de la ciudad, la más poblada de China, recomendaron a los niños, los ancianos y quienes padezcan problemas respiratorios o cardiacos que se mantengan en el interior de los edificios, mientras el distrito financiero de la metrópolis se pudo ver envuelto en una neblina amarillenta.
Asimismo, quedaron suspendidas las actividades deportivas en el exterior, y se retiraron de la circulación el 30 por ciento de los vehículos oficiales, mientras que las obras de construcción, una constante en la pujante capital financiera china, quedaron suspendidas.
Como consecuencia de la contaminación, las autoridades chinas declararon ya el jueves una alerta amarilla, el segundo indicador más grave en una escala de cuatro niveles cromáticos, para Shanghái y varias provincias del este.
En ciudades como Nankín, la capital de Jiangsu, unos 300 kilómetros al norte, las guarderías y escuelas primarias y secundarias suspendieron el jueves sus clases por la contaminación, después que sus autoridades locales emitiesen una alerta roja medioambiental.
La habitual contaminación que provocan las superpobladas grandes urbes del desarrollado este de China se ve agravada estos días por un clima estático, sin fuertes vientos ni lluvias, y la escasa actividad del aire frío que envuelve la región durante esta época del año, lo que ha favorecido la condensación de los contaminantes.
La contaminación es una de las mayores preocupaciones de la población china. En la capital, Pekín, los índices de contaminación del aire llegan habitualmente a niveles peligrosos para la salud, como hoy, por ejemplo, que alcanzan los 400 microgramos, según ela cálculo diario que realiza la embajada de Estados Unidos y que se suele considerar más fiable que las mediciones oficiales.

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