sábado, 7 de diciembre de 2013

LA U Nacional es un jardín abierto

Colombia, uno de los países más ricos en biodiversidad, desconoce aún lo que tiene y además, no le pone freno a la deforestación.

Las cifras de destrucción de bosques se desconocen con exactitud y son muy contradictorias. "Toda la vida se ha hablado de que están por los lados de 400 a 500 mil hectáreas por año. Algunos dicen que eso es exagerado -yo diría terrorífico-. Supongamos que estén en el orden como dicen ahora, entre 100 y 200 mil hectáreas. Nosotros no somos capaces de dimensionar lo que esto significa", afirma conmovido León Morales, ingeniero forestal de la Universidad Nacional.

Agrega que se trata de hectáreas donde también están desapareciendo cantidad de especies de fauna y flora, "donde estamos afectando el suelo, el agua y el aire, y donde estamos haciendo un daño irreparable al ecosistema".

Explica que muchos árboles tienen un proceso de reproducción muy lento, y que otros no se regeneran bajo condiciones de cielo abierto y se pierden. "Colombia no ha entendido lo que está sucediendo, no ha entendido nada".

A manera de comparativo recuerda que la reforestación comercial empezó en el país en la década de los años 60. "Aún así, diría que estamos en 250.000 hectáreas en 53 años, y por año se tumban más de 100 mil de bosque primario".

Consciente de la importancia de proteger el medio ambiente, le propuso a la universidad, hace 25 años, crear una colección de arboretum y palmetum. Un esfuerzo que hoy le permite a la Universidad Nacional, sede Medellín, contar con 100 de las 204 especies que registra el país.

En compañía de la también ingeniera forestal Teresita Varón, escribieron el libro Arboretum y Palmetum, Guía de Identificación que acaba de publicar la U. Nacional.

Un texto que recoge las investigaciones de cinco lustros de un trabajo que tiene como fin conservar individuos altamente amenazados por la tala y la depredación; tener la posibilidad de propagar y replicar estas especies, y tener material para investigación y docencia.

"Este libro es el final de un comienzo", resalta Teresita mientras explica que la colección no termina y que los estudios continúan día a día.

Además de que se trata de un texto de lujo, el libro incluye mapas para ubicar las especies, y un capítulo de orientación sobre qué usos tiene cada especie, dónde y cómo sembrarla, si es o no tóxica. Anímese a descubrir el enorme jardín que tiene esta U.

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