La presión de los lobbys empresariales ha encontrado un terreno abonado para la corrupción en la clase política.
ECOticias.
Con ocasión de la celebración de la Asamblea anual de Ecologistas en
Acción de Castilla-La Mancha que ha tenido lugar en Cuenca dentro del
marco de la Asamblea Estatal de la organización, se ha realizado una
evaluación de la situación del medio ambiente en Castilla-La Mancha
como ejemplo destacado de las políticas de saqueo de la naturaleza que
se imponen en Estado español.
En un informe presentado en la Asamblea se señala que la entrada en
2011 de un nuevo Gobierno en Castilla-La Mancha de perfil claramente
conservador, reformista y ultraliberal, está suponiendo una vuelta de
tuerca si cabe más intensa a las políticas que nos alejan de la
sostenibilidad.
A la espera de que se recupere la capacidad financiera para seguir el
mismo modelo desarrollista que ha desembocado en esta crisis, los
políticos que detentan el poder en Castilla-La Mancha se están aplicando
en el recorte a las políticas públicas, incluidas las
medioambientales, en el reformismo normativo en favor de los grupos de
interés económico o social más radicales y en mantener viva la llama de
proyectos de gran impacto e iniciativas a favor de tradiciones más
propias del siglo XIX que del mundo actual.
En pocas palabras, se puede decir que el grave deterioro
medioambiental y también social que está sufriendo Castilla-La Mancha es
el fruto de unas políticas al servicio de los intereses de las grandes
empresas y fortunas, y en detrimento de los derechos ambientales y
sociales del resto de la población.
La presión de los lobbys empresariales ha encontrado un terreno
abonado para la corrupción en la clase política. La reforma de la ley
regional de urbanismo para favorecer la especulación inmobiliaria; la
concesión de obra pública por amiguismo y clientelismo; la sumisión a
los dictados de las grandes empresas energéticas en la ubicación del
cementerio nuclear en Villar de Cañas o en la concesión de prospecciones
para la fractura hidráulica de nuestro suelo; el intento de venta de
montes públicos a los grandes latifundistas; la privatización de la
gestión del agua; el fraude en la compra-venta de derechos de riego, el
visto bueno al Memorándum del Tajo-Segura, la concesión de subvenciones
a los grandes terratenientes; o una gestión de espacios naturales más
pensada para la explotación cinegética que para la protección, uso y
disfrute de estos, demuestran una y otra vez que en esta región se
legisla y actúa en contra del medio ambiente y a golpe de talonario.
A juicio de Ecologistas en Acción, la situación en Castilla-La Mancha
se define por los 8 problemas principales tratados en el informe, a
saber:
- Política: Corrupción y lobbycracia.
- Urbanismo: Especulación e irracionalidad.
- Modelos de transporte y energía insostenibles.
- Cementerio Nuclear de Villar de Cañas.
- Privilegios a la caza y los terratenientes.
- Agua y agricultura. El expolio del Tajo y de los acuíferos.
- Fractura hidráulica, la nueva gran amenaza
Frente a ello Ecologistas en Acción se muestra dispuesta a activar y
participar de nuevas iniciativas, como el Foro ambiental de CLM,
convencidos de que las opciones por la mejora de la situación ambiental
en Castilla-La Mancha pasan por la sociedad civil comprometida y
organizada, ya que las instituciones y los partidos políticos dominantes
ya han demostrado que están al servicio de otros intereses.
En este sentido hay que poner en valor logros importantes que han
supuesto un hito de la defensa medioambiental, como son el frenazo a la
venta de montes de utilidad pública y la retirada de proyectos tan
insostenibles como la central térmica que se proyectaba en Barajas de
Melo. Si estos proyectos se pararon, también se podrá poner freno a la
política de saqueo de la naturaleza que actual y lamentablemente
protagoniza Castilla-La Mancha.
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