Las aguas
residuales son un ecosistema excelente para conocer virus que hasta el
momento no habían sido identificados. Esta es una de las conclusiones
principales de un estudio publicado por la revista mBio en el que han
participado expertos del Laboratorio de Virus Contaminantes de Agua y
Alimentos de la UB, así como de la Universidad de Washington. El
trabajo, pionero en la aplicación de la metagenómica a virus de aguas
residuales, revela que el universo viral es mucho más extenso de lo se
había pensado.
ECOticias.

En la actualidad solo se conocen 3.000 virus y se cree que la
mayoría de los que hay en la naturaleza aún no han sido caracterizados.
Una nueva investigación analiza la diversidad viral mediante el
estudio de secuencias de ácidos nucleicos en muestras de aguas
residuales de las ciudades de Pittsburgh, Barcelona y Adís Abeba.
Según la profesora Rosina Gironès, coautora del estudio y jefa del Laboratorio de Virus Contaminantes de Agua y Alimentos de la UB
del Departamento de Microbiología de la Universidad de Barcelona (UB),
"este es el estudio que ha mostrado una mayor diversidad de virus,
muchos de los cuales infectan a los humanos". Gironès señala, asimismo,
que "los bancos de datos existentes no siempre son correctos: hay que
ser muy riguroso en el análisis de estas nuevas secuencias y comprobar
que las homologías con grupos de virus ya descritos son reales".
Metagenómica: abriendo nuevas fronteras en virología
La metagenómica es una herramienta muy potente que permite estudiar
la diversidad genética de microorganismos en diferentes entornos
ambientales. Esta innovadora técnica —que antes se había aplicado al
estudio de la diversidad viral en océanos, lagos árticos, estiércol y
otros ambientes— está abriendo nuevos escenarios, lo cual permite
descubrir una gran diversidad viral aún desconocida para los
científicos.
En el artículo, los expertos identifican 234 virus conocidos —17de
los cuales infectan a los humanos—, pertenecientes a 51 familias de
virus, aunque la mayor parte de los genomas virales detectados
representarían nuevos virus poco relacionados con los ya
caracterizados. Según los expertos, los más abundantes son los virus de
plantas y los bacteriófagos, que infectan bacterias.
"Quizá la gente no es consciente de la gran proporción de virus que
hay en los vegetales", apunta Rosina Gironès, y añade: "De hecho,
podemos transmitir patógenos virales de plantas a través de las aguas
residuales". El estudio también revela la presencia de cepas de virus
que presentan tropismo por la piel y que también podrían ser excretados,
como es el caso del papilomavirus humano 112 y del poliomavirus humano
6, que ha sido descrito recientemente.
El artículo publicado en mBio establece un nuevo marco de
referencia para mejorar el conocimiento sobre la diversidad viral y el
origen de los patógenos emergentes. En el futuro, el equipo científico
tiene como objetivos profundizar en el estudio de los nuevos virus
detectados y conocer su patogenicidad, así como perfeccionar la técnica
metagenómica para mejorar el análisis de las secuencias de genomas y
aplicarla a nuevas matrices con diferentes patrones epidemiológicos.
"Sabemos que hay virus que no hemos podido detectar pero los podemos
identificar si aplicamos estudios específicos. Con la metagenómica,
que aporta muchos datos sobre segmentos de genomas virales, podremos
afinar los resultados sobre los nuevos virus que se detecten, sobre la
diversidad de familias observadas y sobre el efecto que tienen en la
salud humana", explica Rosina Gironès.
Más allá de los agentes infecciosos
El Laboratorio de Virus Contaminantes de Agua y Alimentos de la UB,
coordinado por Rosina Gironès, cuenta con una destacada trayectoria en
el estudio de patógenos (virus de las hepatitis A y E), enterovirus,
adenovirus, virus emergentes humanos, priones y varios virus como
marcadores de la contaminación fecal en el ambiente. Los trabajos
científicos del grupo han contribuido a descubrir nuevos virus de
interés para la salud humana y a modificar el paradigma de infección
viral.
"Hemos podido constatar que los virus humanos están siempre
presentes en las aguas residuales de las poblaciones. Es decir,
excretamos virus de forma habitual, y no solo en situaciones de brotes
infecciosos que afectan a la población», señala Rosina. Por otra parte,
cabe destacar que el concepto de virus ha cambiado.
Según la experta, "no estamos hablando exclusivamente de un agente
patógeno, sino que los virus forman parte del microbioma del cuerpo
humano, de la naturaleza, y pueden tener una acción positiva sobre el
organismo, como revelan algunos estudios recientes". Sin duda, cuando
se constate definitivamente el papel de los virus en el microbioma
humano, se podrá ir perfilando mejor el efecto y las ventajas que
tienen en nuestro organismo.
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