Solo el 33 por ciento recicla, la mayoría desperdicia el
agua y ha dejado basuras en sitios no permitidos, pero se quejan de que
sus alcaldes no hacen lo suficiente.
Solo 3 de cada 10 colombianos están acostumbrados a reciclar, y
a pesar de que hemos escuchado por todas partes las expresiones cambio
climático y calentamiento global, la mayoría no sabe explicarlas.
Además, casi el ciento por ciento ha cometido 'pecados' ambientales como
despilfarrar el agua, pero cerca del 71 por ciento cree que los
alcaldes no hacen una buena gestión para cuidar la naturaleza. Estas no
son opiniones aisladas de expertos en ecología. Por el contrario, son
las conclusiones más importantes de la Gran Encuesta Nacional Ambiental,
la primera de su tipo que se hace en el país y que midió el grado de
conciencia de la población y su comportamiento frente al medio ambiente.
Fue realizada por la firma Meiko y contratada por la Universidad
Nacional y la revista Catorce 6, el único medio nacional dedicado
exclusivamente a temas ecológicos y dirigida por la ex ministra de Medio
Ambiente, Cecilia Rodríguez. En la encuesta, que será presentada hoy,
se entrevistó cara a cara a 3.663 personas de todos los estratos,
mayores de edad y que viven en 12 ciudades principales, como Bogotá,
Cali, Medellín, Villavicencio y Pereira. Además de tener como uno de
sus ejes principales la gestión de los alcaldes frente a las necesidades
ambientales de sus ciudades, la encuesta encontró que el 62 por ciento
de los entrevistados cree que el calentamiento global, ese fenómeno que
ha subido la temperatura mundial, que ha enloquecido el clima de muchas
ciudades y que ha descongelado enormes bloques de hielo en los polos, se
produce por la existencia de un agujero en la atmósfera de la Tierra.
Es decir, la gente asocia este hecho con la destrucción de la capa de
ozono, algo totalmente diferente a la acumulación de gases de efecto
invernadero, que es su verdadera razón. Los más confundidos con el
concepto son los de Barranquilla, Medellín, Villavicencio y Cúcuta. Y
aunque hay un gran desconocimiento, el 97 por ciento de los colombianos
urbanos considera que el calentamiento global los afectará. A pesar de
que a más de la mitad (51 por ciento) de las personas les preocupa que
el mayor daño en el país sea el agotamiento de las aguas de los ríos y
el relleno de los humedales, el 32 por ciento de esa mitad reconoce que
ha derrochado el líquido en su hogar. También una gran mayoría (el 65
por ciento) dice haber botado basura en lugares no indicados, ha
desperdiciado la energía, ha comprado animales exóticos o sus huevos, ha
hecho quemas o incluso ha usado recursos naturales prohibidos, como
musgo o palmas de cera. A pesar de este comportamiento antiecológico,
piensan que la contaminación por chimeneas, taxis y buses de servicio
público, la tala de árboles y los vertimientos contaminantes son los
'delitos' ambientales que más los afectan y que observan con mayor
frecuencia. Solo una tercera parte separa basura
El reciclaje sigue siendo una práctica islada en Colombia. Y aunque
es reconocida como buena para la salud del planeta, solo la tercera
parte de los ciudadanos piensa en reutilizar el papel o separar los
residuos orgánicos de los inorgánicos. A pesar de que son pocos los
que reciclan, la gran mayoría de las personas (91 por ciento) está
dispuesta a hacerlo, lo que indicaría ausencia de pedagogía de parte de
las instituciones públicas. Medellín es la ciudad donde hay más
conciencia hacia el reciclaje, seguida de Cali. Extrañamente, muchas
personas en estas ciudades creen que esta actividad no está enfocada a
beneficiar el medio ambiente. En general, se cree que sirve para
ayudarles económicamente a los recicladores o para unir a la comunidad.
También dicen que la clasificación de los desperdicios solo funciona
en países desarrollados. Rajan a principales alcaldes
La gran mayoría de los ciudadanos en las principales ciudades
considera que su alcalde no trabaja por el medio ambiente.
Generalmente lo reconocen como un gobernante que no habla del tema o
como alguien que no hace nada por él. Por eso, dicen que se enteran del
tema a través de la televisión y mirando documentales. El mandatario
que salió peor librado en la percepción de la gente fue el de Bogotá,
Samuel Moreno, seguido por el de Bucaramanga, Fernando Vargas, y el de
Medellín, Alonso Salazar. Ninguno de los 12 gobernantes analizados
sacó buena nota. En general, las gestiones más aplaudidas son el
ordenamiento, seguido de la organización del transporte y la creación de
parques. Hay una confusión entre los ciudadanos sobre quién es la
autoridad ambiental en su ciudad. Casi la mitad dice que es el
Ministerio de Medio Ambiente y desconoce a la autoridad local o
regional, competente para asumir los problemas.
Piden multas como castigos
¿Cómo se debe castigar a las personas que cometen algún delito
ambiental? La mayoría prefiere las multas. Después de estas los
colombianos se debaten entre la cárcel y la sanción pedagógica. Claro
que algunos dicen que no debe haber castigos. De otra parte, los
ciudadanos consideran que una buena arborización les brindaría las
mejores condiciones ambientales y de vida, pero otros dicen que eso
mismo se consigue con la cercanía a un parque o con estar alejados de
zonas industriales. También apoyan el cuidado de la fauna y la flora
como condición clave para contribuir con el desarrollo económico, y
prefieren el turismo ecológico por encima de las explotaciones mineras o
petroleras para el desarrollo de una región. Casi la mitad le da
prelación a la calidad y a los precios a la hora de escoger los
alimentos y casi nadie mira (solo el 5 por ciento) si son orgánicos o
producidos respetando procesos ecológicos. Los hábitos más comunes
Aunque las personas admiten que alguna vez han desperdiciado el agua,
el ahorro del líquido es lo que más las conecta con las prácticas
ecológicas sostenibles, lo mismo que el control sobre el uso excesivo de
luz. Estas prácticas, sin embargo, no tendrían una motivación
estrictamente ambiental y se relacionarían más con la necesidad de
ahorrar dinero. Solo una mínima parte de las personas que tienen carro
usan medios alternativos para movilizarse o ir al trabajo, como la
bicicleta. Parece que no se piensa mucho en la naturaleza, porque la
mitad de los encuestados dice que no ha hecho nada cuando ha sido
testigo de algún daño contra el entorno. Solo un 1 por ciento ha
presentado acciones judiciales. Esto a pesar de que el 67 por ciento
de los colombianos ha sido testigo de un proceso de deterioro de algún
ecosistema. Esta situación es más notoria en ciudades como
Villavicencio, Pereira, Manizales y Bucaramanga. Los que menos han
presenciado daños son los samarios y los habitantes de Medellín, que
respiran uno de los peores aires del país. Y paradójicamene, aunque más
del 80 por ciento de las personas rechazaría la instalación de un
relleno sanitario cerca de su casa, así esté bien manejado, un
porcentaje similar no apoyaría a una empresa que genere empleo, pero que
a la vez contamine.
Frases Es desinformación (la respuesta en la encuesta). Hay trabajo
para mejorar el aire, recuperar espacios verdes y en educación. Los
resultados se verán en el 2010. Clara Restrepo, secretaria de Ambiente
de Medellín.
Nostros arrastramos una situación poco favorable de otras gestiones.
Hemos hecho mucho y con autoridad, pero la gente no se da cuenta y solo
mira otros problemas. Juan Antonio Nieto, secretario de Ambiente de
Bogotá.
Reconozco que ha habido un rezago de 20 años. Y lo que estamos
haciendo es volteando la página para recuperar ese pasivo con mucha
educación y sobre todo con autoridad.
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