Un análisis del clima del Ártico de los últimos 1.500 años realizado por científicos norteamericanos indica que la disminución de la superficie de los hielos polares está directamente vinculada con la actividad humana.
Los investigadores aplicaron por primera vez a la región del Ártico un
modelo que usan los climatólogos para recrear el régimen térmico en la
superficie de la Tierra para períodos de varios miles de años. El
resultado del estudio no deja margen a la duda sobre el claro impacto
del hombre sobre el clima.
El hombre rompe el hielo

Los autores de este informe, que fue publicado en la revista 'Nature',
indican que todavía no se ha podido dar una respuesta concluyente a la
pregunta sobre sí estas oscilaciones de la superficie de hielos son
anómalas, ya que los cálculos normalmente se basaban en los datos
correspondientes a períodos cortos, de no más de medio siglo.
Pero ahora los investigadores utilizaron índices claves, tales como los
límites de la propagación de los hielos, datos retrospectivos sobre la
temperatura atmosférica recreados a partir de los anillos de árboles o
estudios de los yacimientos del fondo de los lagos árticos para
establecer un modelo que permita 'recuperar' la historia del clima y
recrear los cambios en la superficie de hielos.
La conclusión es triste. Los autores del estudio indican que la escala
de la disminución progresiva de la capa de hielo ártico no tiene
precedentes en los últimos 1.450 años, lo que significa que la causa de
esta es el calentamiento provocado por la actividad humana.
Desastre natural cotidiano
Mientras, de cara a la cumbre de Durban, el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (Ipcc, según sus siglas en inglés) de Naciones Unidas
publicó las principales conclusiones del informe sobre el riesgo de
fenómenos climáticos extremos en el siglo XXI.
Según el resumen del informe, cuya publicación está planeada para
febrero del próximo año, si las emisiones de gas carbónico no disminuyen
como mínimo en dos veces, los fenómenos anómalos se convertirán en algo
habitual y el daño a la salud humana y la economía mundial causado
podría convertirse en el problema principal de la humanidad.
Los especialistas advierten que el aumento de catástrofes naturales,
sequías e inundaciones depende considerablemente de la escala de las
emisiones de los gases de efecto invernadero. En el peor caso el aumento
de los fenómenos catastróficos puede aumentar en un factor de diez en
la mayoría de las regiones del mundo.
El pacto que sustituya al Protocolo de Kioto, que expira al próximo año
y que tiene por objetivo reducir las emisiones de gases que causan el
cambio del clima de la Tierra, debe ser alcanzado en la próxima Cumbre del Cambio Climático (COP-17) de la ONU, que tendrá lugar en Durban (Sudáfrica) del 28 de noviembre al 9 de diciembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario