jueves, 24 de noviembre de 2011


La Comisión Europea (CE) ha propuesto endurecer la legislación comunitaria para erradicar la práctica conocida como "cercenamiento" de aletas de tiburones, que aunque está prohibida desde 2003 en la Unión Europea (UE), es difícil de controlar.
La práctica consiste en amputar las aletas del tiburón y en arrojar después el cuerpo del animal muerto al mar, pero el sistema actual dificulta el control y el cumplimiento de las normas.
La CE pretende poner fin "completamente" a dicho cercenamiento tanto en las aguas comunitarias como para los barcos europeos que faenen en cualquier caladero del mundo.
Para ello, plantea una "prohibición general, sin excepciones", indicó en un comunicado.
Las nuevas disposiciones afectarán sobre todo a España y Portugal, los únicos países de la Unión que se dedican a esa pesca, según fuentes comunitarias.
La legislación vigente admite excepciones, bajo determinadas condiciones, de forma que se puedan cortar las aletas a bordo y desembarcar las mismas y el resto del cuerpo en puertos distintos.
Esto dificulta a los inspectores la posibilidad de determinar si se ha infringido la normativa.
La Comisión propone que esto deje de ser posible y que los países ya no puedan expedir permisos de pesca especiales.
De esa forma, en adelante todos los buques se verán obligados a desembarcar las aletas de los tiburones aún unidas al cuerpo.
Los buques congeladores españoles y portugueses serán los más afectados por las nuevas normas, ya que esos países expiden la mayoría de los permisos de transformación a bordo, explicó la Comisión.
Para facilitar su almacenamiento y manipulación a bordo de los buques, los pescadores podrán cortar una parte de cada aleta y doblarla hacia el cuerpo del animal.
En los últimos años, algunas poblaciones de tiburón han quedado gravemente amenazadas debido al aumento enorme de la demanda de sus productos, especialmente de aletas.
La comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, indicó que con las nuevas normas "el control será más fácil y resultará mucho más difícil de ocultar el cercenamiento de las aletas de los tiburones".
Damanaki confió en que el Parlamento Europeo y el Consejo acepten la propuesta "para que pueda convertirse en ley lo antes posible".
A finales de 2015 se revisarán las normas vigentes, indicaron fuentes comunitarias.
La organización no gubernamental Shark Alliance (alianza por los tiburones, en inglés) manifestó, en un comunicado que la propuesta es "un paso positivo" e indicó que "la responsabilidad" está ahora en manos de los ministros y los diputados europeos.
La organización recordó que España es uno de los mayores suministradores mundiales de aletas de tiburón a los países asiáticos.

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