martes, 29 de noviembre de 2011

Contaminación del río Rímac aumenta y no hay quién pague por ella

para potabilizar agua para Lima.



Desde lo alto de la bocatoma II de la planta de Sedapal, en la Atarjea, se observa un torrente de aguas negras que carga todo tipo de desechos, desde bolsas de plástico, zapatillas y desmonte hasta animales muertos. Según los monitoreos mensuales de la Dirección General de Salud (Digesa), estas aguas contienen además metales, desagües industriales y contaminación orgánica.

Resulta difícil creer que se trata de las mismas aguas que llegan a nuestro hogar luego de un tratamiento intenso para potabilizarlas. Para ello, es necesario un milagro químico compuesto de cloro y carbón activado, entre otros insumos, que costaron S/.12,7 millones en el 2010.

No obstante, en vez de disminuir, la contaminación aumenta. Este año Sedapal detectó un peligroso incremento por vertidos de origen industrial que ya elevó su presupuesto en un 17,6%.

FÁBRICA DE POLUCIÓN
Según Sedapal, la contaminación proviene del río Huaycoloro, que desemboca en el Rímac, 1,5 kilómetros antes de la Atarjea.

Yolanda Andía, gerenta de Producción de Sedapal, explica que debido al incremento de la contaminación hasta fin de año se habrán gastado más de S/.15 millones en recuperar el agua.

“El río Rímac ha cambiado. Desde mayo observamos compuestos orgánicos nitrogenados y materia orgánica que, creemos, proviene de las industrias alimentarias del Huaycoloro”, indicó.

De hecho, el Informe Técnico N° 11 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), publicado este mes con datos de Sedapal, muestra una tendencia creciente desde el 2008 en la concentración promedio de material orgánico, detectada en las plantas de tratamiento. El pico fue en junio de este año, con 1.735 mg/l, y aunque luego hubo una caída, el valor de setiembre (1.355 mg/l) es de todos modos 50,6% más alto que la del mismo mes del año anterior.

Consultada al respecto, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) informó tener registradas a 10 empresas que arrojan sus residuos industriales al río Huaycoloro. No obstante, comunicó que solo la compañía cervecera Ambev Perú tiene una autorización vigente para realizar vertimientos en el afluente del río Rímac.

Durante el 2011, el ANA multó a tres empresas: la curtiembre Titán, la empresa de reciclaje Dekaplastic y la lavandería Lava Jeans, por arrojar sus desagües industriales sin autorización. Todas ellas han apelado ante la Fiscalía Ambiental de Lima.

MINISTERIO INMÓVIL
Según Manuel Pulgar Vidal, de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, la Ley General del Ambiente, del 2005, prohíbe arrojar aguas residuales a los ríos, sin tratamiento previo, y confirma como parámetro los límites máximos permisibles (LMP). El problema –dice– es, en el caso de la industria, muy pocos sectores cuentan con LMP y la fiscalización es débil.

¿Cuál es el organismo que debe fiscalizar que se cumplan estos límites? Se trata del Ministerio de la Producción (Produce), autoridad que a la fecha no ha multado a ninguna empresa por contaminar el río Rímac.

Esto se debe a que, como un policía de tránsito sin silbato, nunca desarrolló un reglamento de sanciones. Según Carmen Mora, responsable de la Dirección de Asuntos Ambientales del sector, pese a que esta área fue creada en el año 1992, desde hace 19 años, nunca se terminó de elaborar una norma para sancionar a los infractores.

“En el año 2001 se aprobó el régimen de sanciones, pero no se podía aplicar porque era incompatible con otras normas. Entonces se empezó a elaborar un proyecto de reglamento que tuvo demoras por la incorporación de nuevos actores, como el Ministerio del Ambiente”, explicó.

No obstante, según Mora, esta norma ya no será necesaria, pues desde el 2 de enero del 2012 la función de fiscalización ambiental será transferida al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) del Ministerio del Ambiente.

Sumado a esto, aunque el ANA tiene 10 empresas registradas en la quebrada del Huaycoloro, para Produce en esta zona solo hay cuatro en operación: Ambev Perú, Lava Jeans, Curtiembre Titán y Deka Plastics. Y, de acuerdo con Produce, solo Ambev cumple con los LMP.

¿Qué sucede al detectar a un infractor? Según Mora, las empresas comienzan un plazo de adecuación. Desde el año 2006 se creó el Comité Técnico Multisectorial para la Recuperación de la Calidad Sanitaria de la Quebrada Huaycoloro, que exigió la adecuación ambiental sobre la base de un cronograma. Pese al tiempo transcurrido, las empresas continúan en un interminable ‘proceso de adecuación’.

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