En el proyecto
participan las empresas andaluzas o con centros en Andalucía, que
disponen de "tecnología de última generación", como Abelló Linde, S.A,
Bandesur Alcalá, S.L, DMCResearch S.L
ECOticias.
El proyecto de cooperación tecnológica Plasticons investiga el
desarrollo de nuevos sistemas de envasado activos y biodegradables que
mejoren la seguridad y la calidad de los alimentos, según ha explicado a
Europa Press Francisco Montes, director gerente del Centro de
Innovación y Tecnología Agroalimentaria (Citagro), centro operativo del
Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) y participado en su capital social
por Unicaja Banco.
En el proyecto participan las empresas andaluzas o con centros en
Andalucía, que disponen de "tecnología de última generación", como
Abelló Linde, S.A, Bandesur Alcalá, S.L, DMCResearch S.L, Derprosa
Films, S.L, Hight Technology Masterbatches, S.L y Plastienvase, S.L. y
Citagro se encarga de gestionar y coordinar el proyecto, al mismo tiempo
que valida los resultados de I+D+i individuales de algunas de estas
empresas.
El proyecto Plasticons tiene como objetivo general la
investigación de los diferentes eslabones de la cadena de producción de
sistemas de envases activos para el desarrollo de sistemas de envasado
activos que contribuyan a paliar y controlar las reacciones de deterioro
que se producen en los alimentos envasados, aumentando su vida útil
comercial, asegurando la calidad y salubridad de los mismos y
constituyendo además una solución ambientalmente sostenible por su
carácter biodegradable.
En concreto, el proyecto estudia las propiedades de los
componentes y de los nuevos envases, la interacción entre los alimentos y
los sistemas y los envases diseñados, teniendo en cuenta el proceso de
fabricación y las simulaciones de la vida útil; asimismo aplica técnicas
para la modificación en la composición del aire o gas que rodea el
producto o en el propio alimento mediante la liberación de sustancias en
el envase; valida los resultados obtenidos mediante la realización de
ensayos y pruebas industriales en el envasado de alimentos y supone la
creación de un grupo multidisciplinar para la investigación y aplicación
industrial del nuevo producto producido.
Según ha señalado Montes, la conservación de los alimentos es uno
de los retos continuos a los que se enfrenta la industria alimentaria a
la hora de proporcionar al consumidor alimentos con unas máximas
garantías de calidad y fiabilidad. El carácter perecedero de muchos de
estos alimentos hace que sea necesario asegurar ciertas condiciones en
el tratamiento, conservación y manipulación de los mismos, de manera que
se evite o al menos se retrase la aparición de diferentes tipos de
microorganismos que alteran o hacen inseguros dichos alimentos.
En este sentido, la industria alimentaria investiga con un
conjunto de nuevas tecnologías que den respuesta al incremento de la
demanda por parte de los consumidores de alimentos con aromas más
parecidos a los frescos o naturales, más nutritivos y fáciles de
manipular.
De igual manera, el proyecto también pretende contribuir al
desarrollo de productos cuya gestión sea los más sostenible posible
mediante materias primas que confieran al plástico un carácter
biodegradable, es decir, la capacidad de autodestruirse tras su
utilización, sin ocasionar un daño en el medio ambiente.
Por último, el director gerente de Citagro ha valorado como
"exquisita" la trazabilidad de los productos españoles, algo que se pudo
comprobar en la 'crisis del pepino' cuando en 48 horas se sabía de
dónde procedían los alimentos tachados en primer lugar por llevar la
bacteria de E.coli. Si bien, ha señalado que el consumidor español no
valora este proceso como sí lo hace el consumidor europeo.
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