Los avances en la conservación del lince ibérico desde Andalucía son más que constatables, hay más ejemplares y se están expandiendo, una buena noticia que, sin embargo, vuelve a destapar la necesidad de actuar en riesgos como el atropello, tanto desde las propias vías como con la concienciación del conductor.
Durante 2012, según los datos del programa Life de Conservación
del lince ibérico, murieron 21 ejemplares en Andalucía, siete de ellos
por atropello. En lo que va de año ya son cinco, cuatro en Andalucía y
uno en Castilla La Mancha, los que han muerto por la que es la principal
causa de muerte no natural de la especie, tres de ellos este mes de
junio.
Es evidente, tal y como han indicado a Efe desde la
Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que en la actualidad
los problemas de atropello en carreteras están determinados por el
número de ejemplares de lince ibérico existente, cuya población se ha
triplicado, y por que este aumento de ejemplares ha supuesto que la
superficie con presencia de este animal haya pasado de 327 a 1.040
kilómetros cuadrados.
En esta época el riesgo se incrementa y
pueden ser más comunes porque se produce el comienzo de la dispersión:
las crías comienzan a salir de los cubiles y las madres echan de su
territorio a los cachorros del año pasado.
Ante esta realidad,
desde grupos ecologistas como WWF o Ecologistas en Acción, sin dejar de
reconocer los avances que se han producido en este terreno, se viene
advirtiendo de la necesidad de que se localicen y analicen los nuevos
puntos negros de atropello e insistiendo en la necesidad de que se
apueste por la conectividad entre territorios para que la expansión y
dispersión sea más fácil.
Entienden que se ha de seguir actuando
en zonas como Doñana, donde los dos últimos atropellos registrados este
mes destacan la necesidad de seguir trabajando en esta línea a pesar de
los esfuerzos realizados en los últimos años y de haberse reducido
considerablemente el número de atropellos.
Esta necesidad se
encuentra con un obstáculo: la conservación del lince tampoco ha
escapado a la crisis económica y si en el Life 2006/11 el presupuesto
ejecutado por la entonces Consejería de Obras Públicas y Transportes de
la Junta de Andalucía era de 5.200.000 euros, en el programa actual es
de 1.000.000, una cantidad que resulta muy ajustada para poder abarcar
toda la superficie de presencia de la especie.
Para optimizar el
presupuesto y dar respuesta a las prioridades, en marzo pasado se
constituyó un grupo de trabajo formado por Fomento, ADIF, WWF y las
Consejerías de Obras Públicas y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía
que acordó elaborar un informe de todas las actuaciones que debían
realizarse en las carreteras que atraviesan las áreas linceras.
Actualmente
se está terminando de recopilar toda la información y se va a convocar
una reunión con los organismos implicados para adoptar las medidas
razonables desde la óptica económica.
Las actuaciones en
carreteras no pueden desarrollarse sin ejecutar, de forma
complementaria, campañas de concienciación a la ciudadanía, ya que el
conductor debe de ser consciente de que atraviesa por zonas sensibles
con presencia de la especie y prestar atención y ser cauto, respetando
las normas de circulación, sobre todo porque es imposible
impermeabilizar todas las vías.
El problema, por el momento, es
relativamente preocupante si se continua cumpliendo el objetivo
principal: el crecimiento poblacional de forma continua de linces
ibéricos como viene ocurriendo en los últimos años, si bien todas las
partes coinciden en la necesidad de actuar. EFEverde
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