A la humanidad le quedan tan solo cinco años para poder amortiguar el
calentamiento global y no dejar que el cambio climático se descontrole.
Este es el pronóstico de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La Agencia indicó la urgencia de un cambio de dirección absoluto en lo
que se refiere a la energética mundial.
"La puerta se está cerrando"
Cada vez se hace más difícil alcanzar el objetivo fijado en las cumbres
internacionales de mantener el calentamiento del planeta por debajo de
los dos grados centígrados. Si no hay inversiones y un compromiso global
vinculante por el medio ambiente, con la infraestructura actual las
emisiones que se permitirían hasta 2035 para cumplir con el objetivo de
los dos grados se habrán agotado en 2017, advierte la AIE.
Sin embargo, los expertos de la ONU anteriormente indicaron que un
incremento de 1,5 grados centígrados ya implica riesgos de clima extremo
para muchos países, sobre todo aquellos que se vieran amenazados por el
aumento peligroso del nivel de la línea oceánica. Y las extra
cantidades del gas de efecto de invernadero aumentarán aún más la
posibilidad de que el cambio del clima se quede fuera del control
humano.
El informe también subraya que el mundo no debería seguir satisfaciendo
su demanda energética con fuentes contaminantes. Se calcula que dentro
de 25 años las energías renovables constituirán un 18% del consumo
global, frente al 13% actual. Pero este valor no sería suficiente para
ayudar a mitigar el efecto del calentamiento global, por lo que los
países deberían realizar una política más intensa para aumentar la
porción de energía limpia.
Una cuestión a ser aireada
Por este camino avanza exitosamente España. Este país, líder de Europa
en producción de energía eólica, registró hace unos días un nivel récord
al cubrir el 59% del total de la demanda de electricidad nacional,
según datos de Red Eléctrica de España (REE).
El país se ha convertido en uno de los líderes mundiales de la
innovación en el ámbito de las energías renovables. Según el Plan de
Fomento de las Energías Renovables, en 2010 España tenía que generar más
del 30% de la electricidad a partir de estas fuentes, siendo la mitad
de la energía eólica. Ya hace dos años, en 2009 el uso de energías
renovables en España superó a la cantidad de energía producida por
centrales termoeléctricas de carbón.
En 2010 el líder mundial de la producción de energía eólica fue China.
España ocupa el segundo puesto entre los líderes en producción de
energía de este tipo, seguida por EE. UU., Alemania y la India. Estos
cinco países albergan más del 70% de las instalaciones eólicas en el
mundo. Los analistas pronostican que la porción de energía eólica en la
producción global de energía podría llegar a más del 34,2% en 2050.
En la última conferencia de la Asociación Mundial de la Energía Eólica,
los especialistas aseguraron que el nivel de desarrollo tecnológico ya
nos permitiría pasar al uso de las tecnologías renovables, cubriendo el
100% de la demanda global.
Tecnologías brillantes
Según la información de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la
energía solar en 2050 podría suministrar hasta una cuarta parte de la
demanda eléctrica mundial, lo que a su vez ayudaría a disminuir las
emisiones de gas carbónico a 6.000 millones de toneladas.
El primer productor mundial de energía solar fotovoltaica desde hace media década, Alemania, ha acelerado recientemente un gigantesco proyecto energético
con el que pretende 'sembrar' el Sáhara, en Marruecos, con decenas de
granjas solares que suministrarían energía a los países europeos.
El Sáhara en seis horas recibe tanta energía solar como la que se
consume en todo el mundo en un año. La electricidad, generada por
turbinas de vapor que a su vez se mueven por el calor que provienen de
los rayos de sol recolectados por paneles de metal (una tecnología más
barata), será transportada a Europa mediante cables de alta tensión
especiales.
Este proyecto alemán, apoyado por entidades españolas e italianas,
arrancará el año que viene. Según está previsto, para el año 2050 podría
cubrir el 15% del consumo eléctrico de Europa.
La energía nuclear no pierde posiciones
Alemania aceleró la realización de su plan de energía limpia tras
rechazar el uso de las centrales nucleares con la intención de dejar de
utilizar la energía atómica en 2022. El 'átomo pacífico' no es nada
inofensivo, y esto se comprobó en marzo con la avería en la central japonesa de Fukushima.
Ante la amenaza de un desastre nuclear, varios países se replantearon
la cuestión de la seguridad de la producción de esta energía, y algunos
incluso consideraron rechazarla del todo.
Sin embargo, como mostraron en su informe los especialistas de la
Agencia Internacional de Energía, es poco probable que el mundo pueda
rechazar la energía atómica en un futuro próximo. Las economías de
muchos países como, por ejemplo, Francia, Canadá, y el mismo Japón,
dependen a gran escala del funcionamiento de centrales nucleares. A su
vez, las nuevas tecnologías de construcción pueden garantizar
actualmente la seguridad de las plantas y, además, las situaciones de
emergencia en las instalaciones nucleares raramente se producen.
Según el informe de la AIE, en el consumo global de energía para 2035
la porción de la atómica aumentará el 70% comparado con el momento
actual, solo un poco menos de lo pronosticado antes de la avería en
Japón. Pero los expertos indican que si en el mundo se produce un
rechazo masivo de la energía nuclear, se fomentará el desarrollo de
energías renovables y la demanda de combustible fósil, lo que
seguramente hará la lucha contra el cambio climático más difícil.


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