Un
cuarto de los mamíferos del planeta está en peligro de extinción,
aseguró hoy la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(UICN) al divulgar una actualización de su "lista roja" de especies
amenazadas.
Sus
últimas revaluaciones de varias especies de rinocerontes han confirmado
que la subespecie de rinoceronte negro de África occidental está
extinto, mientras que el rinoceronte blanco del norte posiblemente ya no
existe en estado silvestre.
El
rinoceronte de Java puede correr la misma trágica suerte, tras haber
sido encontrados los restos del último ejemplar que quedaba en Vietnam,
por lo que su supervivencia en el medio salvaje depende ahora casi
exclusivamente de una pequeña población en Indonesia.
El
destino de los rinocerontes sólo refleja el de otras muchas especies
animales que sufren de la disminución de sus hábitats, así como de la
sobreexplotación con fines comerciales.
El
rinoceronte es víctima de la caza ilegal, particularmente en Asia, por
la demanda que hay de sus cuernos, a los que se atribuyen propiedades
terapéuticas en el tratamiento del cáncer, pese a que esto no está
probado y formalmente han dejado de ser utilizados en la medicina
tradicional china.
El
presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN,
Simon Stuart, aseguró que el caso de "los rinocerontes negro occidental y
el blanco del norte podría haber sido muy distinto si se hubiesen
aplicado las medidas de conservación sugeridas".
Un
nuevo desafío de conservación ha surgido en Madagascar, donde el 40 por
ciento de reptiles -un componente importante de la biodiversidad,
particularmente en las islas y tierras secas- está en peligro.
Camaleones,
lagartijas, escíncidos y serpientes están amenazados, pero en este caso
la UICN expresa cierto optimismo porque las autoridades de Madagascar
han creado nuevas áreas de conservación que ayudarán a la supervivencia
de especies que ya se encuentran en estado crítico, como el camaleón de
Tarzán, el camaleón de nariz extraña y la lagartija sin extremidades.
En el Mar
En el medio marino, los peligros son tan importantes como en tierra firme.
Las
últimas evaluaciones de las especies de escómbridos (atunes, bonitos,
caballas y caballas españolas) y de peces de pico (espada y aguja)
muestran que la situación es grave para los atunes.
Cinco de las ocho especies de atún figuran en la categoría de especie amenazada o casi amenazada de la "lista roja" de la UICN.
En peligro están el atún rojo del sur y el atún ojo grande, y en peligro crítico el atún rojo del Atlántico.
El atún aleta amarilla está considerado vulnerable y el atún blanco está bajo la calificación de "casi amenazado".
La
organización defensora de las especies espera que esta nueva
información "sirva a los gobiernos para tomar decisiones que
salvaguarden el futuro de estas especies, muchas de las cuales poseen un
alto valor económico".
Optimismo
Pero
no todas son malas noticias, pues la "lista roja" también aporta
ejemplos de especies recuperadas gracias a esfuerzos realizados para
ello.
Una
subespecie del rinoceronte blanco pasó de una población de menos de
cien ejemplares a finales del siglo XIX a una población salvaje de más
de 20.000, mientras que el caballo de Przewalski (caballo salvaje
mongol) es otra historia de éxito, tras haber pasado de estar en
"peligro crítico" a "peligro".
De
hecho, en 1996 se le consideraba extinto en estado silvestre, pero un
programa de cría en cautividad y de reintroducción en el medio natural
ha permitido que ahora haya más de 300 de estos caballos.
Las
amenazas a la supervivencia no sólo afectan a los animales, sino a las
plantas, pero la UICN reconoce que éstas aún están subrepresentadas en
su "lista roja".
Plantas
Muchas
especies de plantas también son víctimas del interés comercial, como es
el caso del 'Taxus contorta', que se utiliza para producir el Taxol, un
fármaco para el tratamiento de quimioterapia y que ha pasado de ser
"vulnerable" a estar en verdadero "peligro" por su sobreexplotación para
uso medicinal, aunque también se recoge para leña y forraje.
Otro
caso es el del 'coco de mar', al que se atribuyen propiedades
afrodisíacas y que también está en peligro por los incendios y la tala
ilegal para extraer sus granos.
Aunque
actualmente la recolección y venta de estas semillas está muy regulada,
se cree que existe un importante mercado negro de los granos.

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