La famosa foquita albina Nafania,
rechazada por sus congéneres por no tener el pelaje negro y por sus
aletas rosadas y ojos azules, se encuentra sana y salva en su nuevo
'apartamento' con piscina en la ciudad rusa de Sochi.
El cachorro fue abandonado de pequeño por su familia y buscó refugio en
isla de Tyuleniy (Lejano Oriente ruso), donde fue creciendo sin cariño
hasta que los vecinos locales le salvaron de una muerte inminente.
Un día el animalito, único en su especie según los científicos, fue
encontrado por el fotógrafo Anatoly Strákhov. Las fotos dieron la vuelta
el mundo y centenas de miles de personas en la red se dispusieron a
salvar a la foca albina de su oscuro destino.
Primero le dieron asilo en la región rusa de Primorie (Lejano Oriente
ruso) y después se organizó un concurso que ganó el delfinario de Sochi, sede de Olimpiadas 2014 en el sur de Rusia, que preparó pará al pequeño huérfano una casa nueva.
Allí, en las costas del Mar Negro, Nafania dispone de dos apartamentos
con una piscina individual y zona de descanso. Los médicos velan por su
salud día y noche, ya que, según dicen, los albinos nacen muy débiles y a
veces ciegos, algo que aún está por comprobar en el caso de este
cachorro.
El apodo de Nafania le fue dado en honor a un duende de los cuentos
rusos. Los científicos afirman que la aparición de un animal como este
es algo muy raro. No en vano, Nafania es por el momento la única foca
albina conocida del mundo. Se considera que los animales con esta
mutación genética no viven muchos años. Sin embargo, los médicos rusos
reconocen que Nafania tiene una salud muy buena y que, al ser hembra,
podría incluso tener descendencia. Cuando se adapte completamente a su
nuevo hogar, los visitantes de Sochi podrán visitarla.

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