Pablo Sánchez
Jerez ha señalado que “introducir un nuevo hábitat en el medio marino
siempre es un hecho nuevo y peculiar, porque además de agregar peces
ECOticias
El profesor ha señalado que siendo conscientes de los efectos negativos y positivos se podrán combatir unos y aprovechar otros. El
profesor de la Universidad de Alicante Pablo Sánchez Jerez ha hablado
esta mañana en Laredo sobre las “complejas” relaciones entre acuicultura
y medio ambiente, “cuyos efectos han de conocerse para minimizar los
negativos y aprovechar los positivos”. Sánchez ha intervenido como
ponente en el curso de verano de la Universidad de Cantabria sobre
“Situación y retos futuros de la acuicultura española” que se celebra
esta semana.
Pablo Sánchez Jerez ha señalado que “introducir un nuevo hábitat en
el medio marino siempre es un hecho nuevo y peculiar, porque además de
agregar peces, introduce una materia orgánica que es el pienso, así como
las heces de esos peces”, y ha hecho hincapié en ese doble carácter
generado por la acuicultura en el medio. Como efecto positivo,
encontramos el aumento del volumen de pesca producido por la materia
sobrante de la acuicultura que refuerza la alimentación de los peces
salvajes; como negativos, el uso abusivo o no controlado de
antibióticos, los escapes de determinadas poblaciones de peces que se
mezclen genéticamente con especies salvajes, o la sedimentación de
materia orgánica.
Aunque la sostenibilidad y el impacto ambiental ocupan un lugar
importante en las investigaciones del sector de la acuicultura, los
esfuerzos actuales también se centran en garantizar el bienestar animal.
“En este tema, el primer interesado es el productor”, ha señalado Pablo
Sánchez Jerez, “ya que si los peces no presentan buenas condiciones de
salud propia, no podrán resistir los cambios ambientales, y acabarán
muriendo”.
Otro punto que el profesor Sánchez Jerez ha tocado en su intervención
y que resulta esencial en el desarrollo de los cultivos es el proceso
de selección de sitios para fijar las instalaciones, ya que lo
interesante es “ofertar para la iniciativa empresarial los sitios que
presenten mayores beneficios con menor impacto ambiental”. A través de
sistemas de información geográficos se seleccionan los lugares óptimos,
atendiendo a variables como la no presencia de comunidades sensibles, la
distancia de caladeros de pesca, el dinamismo entre el medio y el
cultivo, etc.
Situación en el mar Cantábrico
La fuerte exposición a la que tiene que hacer frente el mar abierto
es la razón esencial de la poca producción acuícola del Cantábrico. Las
infraestructuras necesitarían unas características especiales para
soportar los temporales o el oleaje propios de la zona, lo que dificulta
su viabilidad económica. Otras zonas más protegidas, como las rías
gallegas o la costa mediterránea, cuentan con unas ventajas propias de
su geografía con las que no pueden competir las instalaciones en mar
abierto.
En este sentido, Sánchez Jerez ha opinado que “en estas zonas existe
otra potencialidad, como la acuicultura extensiva o semi intensiva, que
utiliza espacios naturales en tierra, zonas húmedas o lagos costeros, y
que favorece otro tipo de acuicultura menos impactante y con un
desarrollo más sostenible”.
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