Los
dos incendios que han afectado durante una semana al interior de la
provincia de Valencia han provocado daños por más de 1.000 millones de
euros, según el Colegio de Ingenieros de Montes e Ingenieros Técnicos
Forestales.
Estas asociaciones profesionales han señalado en un comunicado
que la valoración ha sido consensuada con la Asociación Profesional
Forestal, la Asociación de Propietarios Forestales, la Asociación de
Propietarios del Caroig y Montes de Alicante, la Asociación de
Municipios Forestales, la Asociación de Empresas Forestales y la
Sociedad de Agricultura Ecológica y de Montaña.
Estas
organizaciones consideran que la pérdida de 50.000 hectáreas de
superficie forestal conlleva "una serie de perjuicios ambientales
directos, que no sólo tienen un impacto puntual directo, sino que se va a
proyectar durante muchos años".
Así, advierten de la pérdida de
biodiversidad, la reducción drástica del valor de los recursos
forestales destinables a madera y bioenergía y las pérdidas derivadas de
la actividad cinegética, que se calculan en más de un millón de euros
al año.
"Podemos asegurar que durante los próximos años habrá en
la zona un aumento del agua escurrida respecto a la infiltrada, que el
agua tendrá peor calidad y que arrastrará (en caso de torrencialidad de
lluvias) el suelo fértil", indican.
Todos estos impactos provocan
que los montes se conviertan en matorrales áridos, que dominarán el
paisaje en una o dos décadas, advierten.
En cuanto al impacto
directo sobre emisiones de carbono, entre el efecto directo de los dos
incendios y posterior pudrición de madera, se calcula una emisión total
de unos 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono, es decir, más
de lo que se emite en un año en toda la Comunitat valenciana en
industria, transporte y consumo doméstico.
"Podemos calcular la
pérdida de poder calorífico de esta biomasa perdida en los dos incendios
al equivalente de 1.500 millones de litros de diesel. Es decir, si
pudiéramos poner en valor energético absolutamente toda la biomasa
quemada, podríamos calcular un valor añadido máximo posible de casi
1.000 millones de euros", añaden.
En su opinión, las causas de los
incendios son derivadas de la falta de gestión y actividad
socioeconómica en el sector forestal valenciano.
Esto es debido,
entre otras causas, a que el sector forestal ha dejado de ser un
generador activo de empleo y riqueza en las zonas de interior de la
Comunitat Valenciana.
"Tenemos una legislación abundante, a menudo
contradictoria, excesivamente proteccionista, lastrando la gestión del
propietario e impidiendo el establecimiento de una economía ligada al
sector forestal", según las citadas organizaciones.
Asimismo,
lamentan que, mientras anualmente se dedican unos cien millones de euros
a medios de extinción, apenas un 5 % de este presupuesto se invierte en
proyectos y actuaciones de gestión preventiva.
Por ello, reclaman
el reconocimiento del propietario forestal, tanto privado como público,
como responsable de la gestión del suelo, el impulso del desarrollo
rural y "la superación de las ideas conservacionistas que han lastrado
la política forestal en nuestro territorio".
En conclusión, el
sector forestal espera que Gobierno y oposición "hagan una profunda
reflexión y consensúen una política forestal a largo plazo contando con
las asociaciones que representan el sector valenciano". EFEverde
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