La utilización
de estas plantas aporta un valor añadido extra al proyecto, ya que son
cultivadas con las emisiones de CO2 procedentes de industrias como las
cementeras o las plantas de producción eléctrica, de manera que se
contribuye a reducir el impacto de estos gases en el medio ambiente.
INNOVAticias.
El Instituto Tecnológico del
Plástico (AIMPLAS) coordina "un ambicioso proyecto" europeo de
investigación que le permitirá obtener diferentes sustancias para la
fabricación de adhesivos, pinturas y tintes a partir de una fuente
renovable como son las microalgas, según ha informado en un comunicado.
La utilización de estas plantas aporta un valor añadido extra al
proyecto, ya que son cultivadas con las emisiones de CO2 procedentes de
industrias como las cementeras o las plantas de producción eléctrica, de
manera que se contribuye a reducir el impacto de estos gases en el
medio ambiente.
Así, junto con 13 socios más, lidera el proyecto europeo
Bisigodos, que se inició el 1 de noviembre de 2013 y se prolongará
durante 42 meses. En el proyecto, financiado dentro del Séptimo Programa
Marco (FP7) de la Comisión Europea, se va a realizar la selección y el
cultivo de nuevas variedades de estos organismos que permitan optimizar
la extracción de productos de alto valor añadido para la industria, a
partir de la tecnología desarrollada por la empresa alicantina Biofuel
Systems (BFS) para la obtención de petróleo artificial a partir de
microalgas.
El proyecto, "debido a su envergadura y a los ambiciosos objetivos
que persigue", ha estructurado la participación de los socios en
distintas líneas de trabajo, según se explica desde el instituto. En una
primera fase, se trabajará en la selección y el cultivo de las mejores
variedades de microalgas en fotobioreactores de laboratorio que también
serán optimizados para obtener el mayor volumen de producto posible.
REDUCCIÓN DLE IMPACTO AMBIENTAL
Las microalgas tienen un crecimiento muy rápido en ambientes ricos
en CO2 por lo que en dichos fotobioreactores pueden obtenerse por
hectárea más de 150 toneladas de biomasa seca anual. Una de las
primeras ventajas de esta tecnología es el hecho de que estas plantas
deben ser alimentadas con luz solar y CO2. Para ello, se van a utilizar
las emisiones de este gas procedentes de industrias como las cementeras o
las empresas de generación de energía, de manera que también se logrará
reducir el impacto ambiental de estas instalaciones.
Por otra parte, cada grupo de trabajo se centrará en la
extracción de distintos compuestos procedentes de las microalgas que
permitan obtener nuevos aditivos para la formulación de productos
industriales con la ventaja de que su origen será 100% renovable.
En una primera valorización de la biomasa de partida se procederá a
la extracción de su fracción lipídica y a partir de ella se obtendrán
poliuretanos para ser utilizados como componentes para adhesivos. En
paralelo se abordará la extracción de proteínas, de las que se obtendrán
tanto aminoácidos como ácido láctico para la industria alimentaria. El
resto de la biomasa se someterá a un proceso termoquímico para su total
aprovechamiento y para la obtención de sulfactantes y otras sustancias
químicas para la fabricación de pinturas y tintas.
El papel de AIMPLAS en el proyecto es el de validar la utilidad de
cada uno de los ingredientes extraídos en cada etapa para su
incorporación a la producción industrial los productos previstos. Junto a
AIMPLAS, participan en el proyecto Biofuel Systems, la Universidad de
Warwik, VTT, Becker Industrial Coatings, Sun Chemical, Process Design
Center B.V., Bangor University, Croda International, 3V Mabo,
Phycosource, Gruene- Bioraffinerie, Caspeo y Cromogenia.
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