Aumentar el
objetivo de reducción de emisiones de cara a 2020 del 20% al 30%
aportaría beneficios económicos, ecológicos y laborales, según el
estudio 'Trajectoires 2020-2050: vers un économie sobre en carbone' del
economista francés Christian de Perthuis.
ECOticias.
El informe 'Trajectoires 2020-2050: vers un économie sobre en
carbone' (Trayectorias 2020-2050, hacia una economía baja en carbono)
al que hace referencia el blog sobre ecología del diario francés Le
Monde trata de acerca de los objetivos de reducción de emisiones
establecidos para 2020.
Pasar del 20% al 25% o incluso al 30% son las opciones que plantea el economista Christian de Perthuis en el informe, quien opina que los beneficios no se quedarían únicamente en el medio ambiente, sino que también alcanzarían al empleo, "porque el vínculo entre el clima y el crecimiento es muy fuerte". Le Monde destaca que dichos beneficios serán aún más intensos tanto para la ecología como para la economía en la medida en que los esfuerzos necesarios se realicen con la mayor brevedad posible.
Pasar del 20% al 25% o incluso al 30% son las opciones que plantea el economista Christian de Perthuis en el informe, quien opina que los beneficios no se quedarían únicamente en el medio ambiente, sino que también alcanzarían al empleo, "porque el vínculo entre el clima y el crecimiento es muy fuerte". Le Monde destaca que dichos beneficios serán aún más intensos tanto para la ecología como para la economía en la medida en que los esfuerzos necesarios se realicen con la mayor brevedad posible.
Según Le Monde, el documento estudia
tres hipótesis: el 'status quo', el mantenimiento de los objetivos
actuales de disminución del 20% de las emisiones para 2020, o un cambio
de objetivo: entre el 25% y el 30%. 'La conclusión es que la última
opción se presenta como la más provechosa para todos los sectores: la
ecología, la salud y la economía, contribuyendo a la creación de 125.000
empleos en 2020 y a un posicionamiento destacado en el sector de las
'tecnologías verdes' del país galo', añaden.
El diario asegura que las diferencias en
los beneficios en materia económica responden a dos medidas
estructurales: la primera, la contribución a la energía y al clima que
fue retocada por el consejo constitucional a finales del mes de
diciembre de 2009; y la segunda, el reajuste del mercado europeo de
comercio de CO2.
Por ello, -según Le Monde- el gobierno,
que venderá una parte de las cuotas de CO2 a industriales a partir de
2013 en lugar de dárselas, obtendrá mayores ingresos. 'Según el informe,
estos ingresos serían devueltos a las pequeñas y medianas empresas del
sector de la construcción o de las energías renovables, por ejemplo; e
incluso a través de la reducción de los costes, que favorecería al
empleo', añaden. Asimismo, parte de los beneficios serían destinados a
la financiación de la investigación y a la difusión de tecnologías bajas
en carbono.
'Hoy en día, las empresas más
importantes de Francia tienen una capacidad significativa en I + D. Sin
embargo, se trata de encontrar una forma de transferir conocimiento a
las pequeñas y medianas empresas, ya que esto podría generar crecimiento
y empleo', asegura el informe. Según Le Monde, al final, las pymes
-generadoras de empleo- serían favorecidas por las grandes corporaciones
energéticas, principales compradoras de las cuotas de CO2.

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