Esta
iniciativa se ha tomado al margen de las directrices de funcionamiento
de los órganos de representación del Parque cuyo Patronato tiene la
obligación de informar sobre los proyectos del Plan Anual de
Actividades
ECOticias.
El sábado 26 de octubre, varios centenares de personas
participaron en el itinerario ecológico de denuncia de las talas de
arbolado autóctono que se realizó por el pernal de Ocejo en el alto
Cambillas del Monte Saja .
Unas talas que se enmarcan en la inoperancia y ausencia de criterios
sostenibles en la gestión del Parque Natural Saja-Besaya que 25 años
después de su creación todavía carece de Plan de Ordenación de los
Recursos Naturales y de Plan de Rector de Uso y Gestión, a pesar de
haberse aprobado en 2010 una partida de 42.000 euros para su
elaboración.
Esta iniciativa se ha tomado al margen de las directrices de
funcionamiento de los órganos de representación del Parque cuyo
Patronato tiene la obligación de informar sobre los proyectos del Plan
Anual de Actividades y que no se reune desde hace año y medio cuando
tiene la obligación de hacerlo al menos una vez al año.
Unas talas que no se sostienen en ningún estudio sobre la situación
o el estado fitosanitario de los hayedos afectados poniendo en riesgo
la estabilidad y regeneración natural de unos ecosistemas que hasta
ahora han permanecido relativamente bien conservados; que suponen unos
aclarados excesivos al poder derribarse cerca de 2.000 árboles en una
zona ya degradada por la tala salvaje de 1974 y los vientos
huracanados de 1983; que carece de planes específicos de regeneración
del bosque; que alteraría los frágiles equilibrios centenarios en
ámbitos excepcionales y singulares del Monte Saja; que contraviene las
figuras proteccionistas del propio espacio protegido referidos al LIC
del río Saja y a la normativa 92/43 de la Unión Europea que dice "los
hayedos están considerados Hábitats Naturales de Interés Comunitario,
cuya conservación requiere la designación de Zonas de Especial
Protección"; donde las técnicas de tala, la localización de los
ejemplares arbóreos y el transporte con maquinaria pesada están
causando ya graves perjuicios a los horizontes edafólógicos, a la
consistencia del suelo y los caminos, a la capacidad de esponjamiento
de las aguas de escorrentía, y a la autoprotección de las masas
arboladas con la apertura de mayores brechas; y cuyos beneficios
económicos para la Mancomunidad y los propios vecinos son ínfimos en
comparación con los perjuicios ambientales, el aumento de la erosión,
la reducción de la biodiversidad y la fauna silvestre, la degradación
de los atractivos turísticos y recreativos, y la deuda que la
Administración autonómica y la Consejería de Agricultura tienen con
los municipios y los vecinos por los servicios ambientales que
proporcionan sus bosques al conjunto de la sociedad.
Por todo ello, proponemos un programa efectivo de reactivación y
dinamización económica para los municipios y sus habitantes con
subvenciones directas a ayuntamientos y vecinos, la ampliación y
dotación de plantillas de guardería, investigadores y técnicos – con
vacantes sin cubrir en muchos casos y sin haberse ampliado desde que
se declarase el espacio protegido–, la organización de talleres de
empleo para el fomento de actividades agroganaderas y de
transformación de sus productos, la realización sistemática de
campañas de promoción de turismo ecológico y cultural, la creación de
una Marca de Calidad asociada al Parque y la revalorización de la vaca
tudanca con la atribución de Denominación de Origen, la
rehabilitación de refugios, cabañas, y las casetas de peones camineros
del Puerto de Palombera, la recuperación de los caminos tradicionales
y los testimonios etnográficos de las culturas agroganaderas y
silvopastoriles tradicionales, la introducción de técnicas blandas y
manuales en el aprovechamiento de leñas muertas y rodadas con
intervenciones directas de los propios Ayuntamientos para garantizar
su disfrute a los vecinos en precaria condición económica y social,
descentralización de los Centros de Información y Recepción de
visitantes con la apertura de otros nuevos en Ucieda, Bárcena Mayor,
Cieza, Los Llares....
Finalmente, pondremos en conocimiento de la Fiscalía de Medio
Ambiente y de las autoridades comunitarias de la Unión Europea las
ilegalidades cometidas en las agresiones al medio natural, la
biodiversidad y el paisaje con el objeto de que obliguen al Gobierno
de Cantabria y a los responsables de la gestión del Parque a que
cumplan con las normativas establecidas y aprobadas por ellos mismos,
introduzcan criterios más sostenibles y adecuados a la especificidad
del Parque Saja-Besaya, e introduzcan las modificaciones y mejoras
necesarias para garantizar la conservación de los valores del espacio
protegido, la participación de los agentes sociales, y el acceso a la
información de carácter ambiental que recoge el Convenio de Aarhus.
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