martes, 29 de octubre de 2013

Cantabria. Tala de hayas en el Parque Natural Saja-Besaya

Esta iniciativa se ha tomado al margen de las directrices de funcionamiento de los órganos de representación del Parque cuyo Patronato tiene la obligación de informar sobre los proyectos del Plan Anual de Actividades
 ECOticias.
El sábado 26 de octubre, varios centenares de personas participaron en el itinerario ecológico de denuncia de las talas de arbolado autóctono que se realizó por el pernal de Ocejo en el alto Cambillas del Monte Saja .
Unas talas que se enmarcan en la inoperancia y ausencia de criterios sostenibles en la gestión del Parque Natural Saja-Besaya que 25 años después de su creación todavía carece de Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y de Plan de Rector de Uso y Gestión, a pesar de haberse aprobado en 2010 una partida de 42.000 euros para su elaboración.
Esta iniciativa se ha tomado al margen de las directrices de funcionamiento de los órganos de representación del Parque cuyo Patronato tiene la obligación de informar sobre los proyectos del Plan Anual de Actividades y que no se reune desde hace año y medio cuando tiene la obligación de hacerlo al menos una vez al año.
Unas talas que no se sostienen en ningún estudio sobre la situación o el estado fitosanitario de los hayedos afectados poniendo en riesgo la estabilidad y regeneración natural de unos ecosistemas que hasta ahora han permanecido relativamente bien conservados; que suponen unos aclarados excesivos al poder derribarse cerca de 2.000 árboles en una zona ya degradada por la tala salvaje de 1974 y los vientos huracanados de 1983; que carece de planes específicos de regeneración del bosque; que alteraría los frágiles equilibrios centenarios en ámbitos excepcionales y singulares del Monte Saja; que contraviene las figuras proteccionistas del propio espacio protegido referidos al LIC del río Saja y a la normativa 92/43 de la Unión Europea que dice "los hayedos están considerados Hábitats Naturales de Interés Comunitario, cuya conservación requiere la designación de Zonas de Especial Protección"; donde las técnicas de tala, la localización de los ejemplares arbóreos y el transporte con maquinaria pesada están causando ya graves perjuicios a los horizontes edafólógicos, a la consistencia del suelo y los caminos, a la capacidad de esponjamiento de las aguas de escorrentía, y a la autoprotección de las masas arboladas con la apertura de mayores brechas; y cuyos beneficios económicos para la Mancomunidad y los propios vecinos son ínfimos en comparación con los perjuicios ambientales, el aumento de la erosión, la reducción de la biodiversidad y la fauna silvestre, la degradación de los atractivos turísticos y recreativos, y la deuda que la Administración autonómica y la Consejería de Agricultura tienen con los municipios y los vecinos por los servicios ambientales que proporcionan sus bosques al conjunto de la sociedad.
Por todo ello, proponemos un programa efectivo de reactivación y dinamización económica para los municipios y sus habitantes con subvenciones directas a ayuntamientos y vecinos, la ampliación y dotación de plantillas de guardería, investigadores y técnicos – con vacantes sin cubrir en muchos casos y sin haberse ampliado desde que se declarase el espacio protegido–, la organización de talleres de empleo para el fomento de actividades agroganaderas y de transformación de sus productos, la realización sistemática de campañas de promoción de turismo ecológico y cultural, la creación de una Marca de Calidad asociada al Parque y la revalorización de la vaca tudanca con la atribución de Denominación de Origen, la rehabilitación de refugios, cabañas, y las casetas de peones camineros del Puerto de Palombera, la recuperación de los caminos tradicionales y los testimonios etnográficos de las culturas agroganaderas y silvopastoriles tradicionales, la introducción de técnicas blandas y manuales en el aprovechamiento de leñas muertas y rodadas con intervenciones directas de los propios Ayuntamientos para garantizar su disfrute a los vecinos en precaria condición económica y social, descentralización de los Centros de Información y Recepción de visitantes con la apertura de otros nuevos en Ucieda, Bárcena Mayor, Cieza, Los Llares....
Finalmente, pondremos en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente y de las autoridades comunitarias de la Unión Europea las ilegalidades cometidas en las agresiones al medio natural, la biodiversidad y el paisaje con el objeto de que obliguen al Gobierno de Cantabria y a los responsables de la gestión del Parque a que cumplan con las normativas establecidas y aprobadas por ellos mismos, introduzcan criterios más sostenibles y adecuados a la especificidad del Parque Saja-Besaya, e introduzcan las modificaciones y mejoras necesarias para garantizar la conservación de los valores del espacio protegido, la participación de los agentes sociales, y el acceso a la información de carácter ambiental que recoge el Convenio de Aarhus.

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