La Delegación de Medio Ambiente en Huelva ha abierto un procedimiento sancionador a la empresa Fertiberia,
ubicada en el Polo Químico de la capital, por incumplir las condiciones
para proceder a la clausura de las plantas de ácido fosfórico y
sulfúrico.
Fertiberia recibió el 4 de enero de 2013 una resolución de la Junta
para modificar su proyecto de restauración del espacio ocupado por las
balsas de fosfoyesos, el residuo generado ene la producción de ácido
fosfórico. La empresa no presentó la documentación en el tiempo
requerido y pidió una ampliación de plazo por seis meses. La Junta le
concedió tres meses para que presentara “un proyecto que responda a las
mejoras técnicas disponibles para llevar a cabo las tareas de
regeneración ambiental del dominio marítimo terrestre ocupado por las
balsas de fosfoyesos”, según se recoge en la documentación del
expediente. Pero la empresa ha vuelto a incumplir el plazo, por lo que
se ha considerado una infracción administrativa.
Además, la Junta comprobó tras una inspección que la empresa no había
cumplido los objetivos ambientales al mantener parada la planta sin
llevar a cabo “el vaciado de las balsas de apilamiento de yesos en los
plazos que se habían programado”.
La multa prevista en el expediente sancionador puede ser de entre
24.051 y 240.000 euros según la Ley de Gestión Integrada de la Calidad
Ambiental.
La sanción no exime del cumplimiento del plan previsto, por lo que la
empresa deberá “presentar el proyecto técnico y el resto de
documentación de acuerdo con la normativa vigente para la restauración
del espacio ocupado por las balsas de fosfoyesos”. Asimismo, deberá
adoptar de inmediato “todas las medidas a su alcance para la puesta en
funcionamiento ordinario de la planta de tratamiento de agua”. La
empresa tiene 15 días para presentar alegaciones.
La Junta había notificado a Fertiberia que, para la elaboración del
proyecto de restauración medioambiental, se tendría en consideración los
estudios que se habían hecho hasta el momento por las administraciones
central y autonómica. En concreto el informe elaborado por Tragsatec
para la recuperación de las balsas de fosfoyesos en las marismas de
Huelva. También se le indicó a la empresa que se valorarían los informes
realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el
marco del Plan de Calidad de Huelva y su Entorno y los elaborados por
el Consejo de Seguridad Nuclear y la Consejería de Medio Ambiente de la
Junta.
Fertiberia no puede verter fosfoyesos a la marisma desde 2010 en cumplimiento de la sentencia de la Audiencia Nacional
que consideró caducada su concesión. La empresa tiene que restaurar un
total de 720 hectáreas de terreno ocupadas por dos balsas en zonas de
marisma donde se apilan esos residuos. En total, hay 1.200 hectáreas
afectadas por los fosfoyesos, pero la Consejería de Medio Ambiente ya
recuperó parte del espacio degradado en la zona de Marismas del Pinar y
la parte norte de las Marismas de Mendaña.
La fábrica está obligada a recuperar la zona, que es dominio público
marítimo terrestre y devolverla en las mejores condiciones ambientales.
Desde el pronunciamiento de la Audiencia Nacional, la Administración ha
venido conminando a Fertiberia a que presentara un plan de restauración
de las balsas de fosfoyesos.
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