sábado, 26 de octubre de 2013

Indios de la Amazonia brasileña comienzan a sufrir enfermedades de "blancos"

Pese a que las enfermedades infecciosas y parasitarias aún son una importante causa de mortalidad entre estos indios, las que más crecieron en los últimos años fueron las crónicas no transmisibles, como la hipertensión, la intolerancia a la glucosa y la dislipidemia. EFE/ArchivoLos indios de la Amazonia brasileña ya no sufren tanto con la malaria, relativamente bajo control en la mayor selva tropical del mundo, pero sí con enfermedades comunes en las grandes ciudades de "blancos", como la hipertensión arterial o la dislipidemia.
Así lo constató un estudio de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) con indios de la etnia Khisêdjê que viven en el Parque Indígena de Xingú, un enorme conjunto de reservas ambientales e indígenas en medio de la Amazonia y lejos de grandes urbes.
Los indios, pese a permanecer en áreas selváticas y conservar parte de sus tradiciones, no son ajenos a las llamadas "enfermedades de la modernidad", dijo a Efe la investigadora Suely Godoy Agostinho Gimeno, investigadora de la Unifesp y coordinadora del estudio que elaboró el "Perfil Nutricional y Metabólico de los khisêdjês".
El estudio, basado en evaluaciones médicas hechas a 179 indios en 2011, constató que la enfermedad de mayor incidencia actualmente entre los khisêdjês es la hipertensión arterial, a diferencia de 1965, cuando la principal causa de muerte en esta etnia eran la malaria, las enfermedades respiratorias y la diarrea.
De acuerdo con los autores de la investigación, pese a que las enfermedades infecciosas y parasitarias aún son una importante causa de mortalidad entre estos indios, las que más crecieron en los últimos años fueron las crónicas no transmisibles, como la hipertensión, la intolerancia a la glucosa y la dislipidemia, un aumento anormal en la tasa de lípidos en la sangre y que puede manifestarse por elevación del colesterol total.
La evaluación mostró que el 10,3 % de los indios sufre de hipertensión arterial y que los niveles preocupantes de presión arterial llegan al 18,7 % de las mujeres y al 53 % de los hombres.
La intolerancia a la glucosa fue diagnosticada en el 30,5 % de las mujeres y en el 17 % de los hombres, y la dislipidemia en el 84,4 % de los pacientes evaluados.
La prevalencia de esas enfermedades es inferior a la medida en la población no indígena pero significativa para un grupo en que los índices de enfermedades de la modernidad eran insignificantes.
"Nuestra hipótesis es que esas transformaciones ocurrieron debido a una mayor aproximación de los centros urbanos y a la intensificación del contacto de los indios con la sociedad no indígena", afirmó la investigadora.
La especialista también atribuyó el fenómeno a un aumento del número de indios que pasó a ejercer actividades profesionales remuneradas y que dejó a un lado las prácticas de subsistencia tradicionales como la agricultura, la caza y la pesca.
El problema también puede ser explicado, según Gimeno, por "el mayor acceso de los indios a bienes de consumo como alimentos industrializados, electrónicos y a los barcos de motor".
La investigadora aclaró que los khisêdjês viven en aldeas en la región central del Parque de Xingú distantes a unas cinco horas por tierra del centro urbano más próximo.
"Pero eventualmente ellos acuden a los centros urbanos y tienen acceso a los mercados de las ciudades", dijo al referirse a la presencia de alimentos industrializados en la dieta de una etnia que durante siglos vivió de la agricultura, la caza y la pesca.
El perfil de salud de la etnia se deterioró debido a que los cambios "favorecen la incorporación de nuevos hábitos y costumbres, y reducen los niveles de actividad física tradicional", afirmó.
El estudio constató que el 36 % de las mujeres tiene sobrepeso u obesidad, porcentaje que llega al 56,8 % entre los hombres.
La investigadora admite que es difícil "generalizar" para otras etnias de la Amazonia o de Brasil lo ocurrido con los khisêdjês debido a la diversidad existente entre los pueblos indígenas del país, principalmente por las diferencias culturales y ambientales.
"Pero ese perfil de salud que incluye actualmente la presencia de las llamadas "enfermedades de la modernidad" ya fueron relatadas en otros pueblos que viven tanto en el Parque Indígena de Xingú como en otras áreas, como los xavantes", aseguró.
El Parque de Xingú cuenta con 2,8 millones de hectáreas de extensión que está a disposición de cerca de 5.500 integrantes de quince etnias que viven en 61 aldeas.

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