La Guardia Civil ha detenido a dos coraleros furtivos que extrajeron
12'5 kilos de coral rojo (corallium rubrum) valorado en unos 10.000
euros del Parque Natural del Cap de Creus. Este tipo de coral, especie
protegida, es muy buscado para trabajos de joyería, está sometido a un
gran control y restricciones de extracción dada la expoliación que han
sufrido las zonas coralíferas. Técnicos de pesca medirán las ramas de
coral para evaluar además cuántas están por debajo de la medida
reglamentaria, que es de siete milímetros de diámetro de base.
Sobre la una del mediodía del martes, efectivos del Grupo Especial de
Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) de L´Estartit que
se encontraban haciendo un servicio de vigilancia y protección de la
flora y la fauna submarina observaron una embarcación sospechosa de unos
cinco metros de eslora con una sola persona que, por su modo de
proceder y lugar donde se hallaba, levantó sus sospechas. Y decidieron
seguirla.
Durante el seguimiento vieron cómo recogía a un submarinista en la
zona de Cala Culip, en Cadaqués, y seguía rumbo al puerto de esta
localidad. Antes de llegar, los tripulantes de la barca lanzaron al mar
ocho sacos negros de red y siguieron navegando hasta llegar a puerto y
fondear el barco. Se subieron a un coche y fueron hasta la zona donde
habían lanzado los sacos. Uno se tiró al agua y los sacó. Cuando salió
del agua, los agentes, que habían estado observando sus pasos de lejos,
les detuvieron Comprobaron la documentación de los dos hombres, de
nacionalidad española y residentes fuera de la provincia de Girona, y
descubrieron que los sacos contenían coral rojo.
En el interrogatorio los agentes averiguaron la cantidad de
infracciones cometidas por los dos furtivos. No sólo ninguno de los dos
tenía licencia de pesca de coral en aguas interiores ni exteriores, sino
que la extracción la habían realizado en un lugar vedado dentro del
Parque Natural de Cap de Creus. Además, lo hicieron con una embarcación
de recreo, tampoco permitida para esta práctica y carecían de la
capacitación necesaria para bucear donde lo hicieron. Por todas estas
infracciones administrativas se les levantó acta que se será remitida al
Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat.
Además del coral, que actualmente se paga a unos 800 euros el kilo, los agentes también decomisaron el equipo de inmersión.
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