martes, 29 de octubre de 2013

¿Por qué perdemos el equilibrio?

“Estudiamos toxicidad en oído interno, sobre todo en el sistema vestibular, que es responsable del equilibrio, y lo hacemos en modelos animales con el fin de aprender cómo los compuestos tóxicos dañan en equilibrio”, ha explicado el experto en declaraciones a DiCYT antes de impartir un seminario de investigación en el INCYL.
 INNOVAticias.
Jordi Llorens, investigador del Departamento de Ciencias Fisiológicas de la Universidad de Barcelona ha explicado hoy en Salamanca sus estudios en torno a la pérdida de equilibrio, un problema que puede ser muy incapacitante y que está relacionado con el oído interno. Su grupo de investigación analiza el efecto de algunos compuestos tóxicos en el sistema auditivo de animales para estudiar cómo regenerar las células del sistema auditivo cuando se pierden tanto la audición como el equilibrio y espera poder iniciar colaboraciones científicas con el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca.

“Estudiamos toxicidad en oído interno, sobre todo en el sistema vestibular, que es responsable del equilibrio, y lo hacemos en modelos animales con el fin de aprender cómo los compuestos tóxicos dañan en equilibrio”, ha explicado el experto en declaraciones a DiCYT antes de impartir un seminario de investigación en el INCYL.

En concreto, el equipo de Jordi Llorens realiza experimentos con unos compuestos llamados nitrilos, que se encuentran de forma natural en plantas y tienen usos industriales. En realidad, la mayor parte de las personas están muy poco expuestas a estos tóxicos, pero sirven para entender cómo actúan otras sustancias similares en el sistema vestibular, por ejemplo, los antibióticos aminoglucósidos o el cisplatino, un antineoplásico que se utiliza para el tratamiento de varios tipos de cáncer.

“El problema es que estos tóxicos, que tienen una gran importancia clínica humana, en modelo animales no funcionan bien, con lo cual es complejo estudiar cómo se produce la toxicidad y qué consecuencias tienen. Sin embargo, los que nosotros estudiamos funcionan bien en rata y en ratón y esto abre una enorme ventana de posibilidades de investigación”, señala el científico.

De hecho, las implicaciones de esta línea de investigación son diversas: ayudan a estudiar la posible regeneración de las células que tienen que ver con la audición y con el equilibrio, pero también pueden servir para investigar enfermedades neurológicas.

Vértigo

Hay personas que sufren caídas o no se pueden levantar”, advierte el especialista. Igual que con la edad se pierde audición también se pierde equilibrio. “Quienes sufren vértigo conocen la importancia del sistema del equilibrio, pero los demás no somos conscientes. Las personas mayores suelen caerse y se debe a que su oído interno no le da una señal de equilibrio suficiente, así que nos interesa hasta qué punto la exposición a dosis bajas de compuestos ototóxicos participa en esa pérdida de función sensorial”, indica Llorens, que también estudia de qué forma sucede.

El problema es que es imposible investigar este problema directamente con los pacientes, ya que no se pueden realizar biopsias del oído interno para analizar procesos celulares y moleculares. Por eso, “estamos desarrollando nuevos modelos con estos compuestos de intoxicación crónica que nos permiten saber qué pasa en ratas o en ratones para tener una idea de lo que sucede en el oído humano”. Con los compuestos tóxicos se consigue la pérdida de equilibrio en estos modelos animales.

Regeneración

Uno de los retos de la comunidad científica es conseguir la regeneración de células ciliadas, responsables de la audición y del equilibrio, que se renuevan en anfibios y aves pero no en mamíferos. Provocar la pérdida de las células ciliadas en modelos de roedor es un paso imprescindible para estudiar una posible regeneración de las mismas y este daño se consigue a través de los compuestos tóxicos. “Nosotros proponemos modelos mucho más fáciles para eliminar células ciliadas y otros los pueden aplicar a estudios de regeneración”, indica.

Enfermedades neurológicas

Por otra parte, existe otra línea de investigación relacionada con los compuestos tóxicos que estudia el grupo de Llorens que también está vinculada a las neurociencias y tiene una gran relevancia. “Los nitrilos están presentes en nuestra alimentación en cantidades muy pequeñas, pero en otras dietas se registran en mucha más concentración, así que tenemos la hipótesis de que están relacionados con enfermedades neurológicas de África, como la neuropatía atáxica tropical y el konzo”, declara.

Colaboración con Salamanca

En cualquier caso, la experiencia que este equipo de investigación de la Universidad de Barcelona tiene en el desarrollo de modelos animales para el estudio del oído les ha llevado a contactar con Enrique López Poveda, investigador del Instituto de Neurociencias de Castilla y León. “Uno de los problemas que tienen aquí es saber cómo está el oído de las personas que han perdido audición y esto se tiene que abordar en modelos animales”, comenta Llorens. Por eso, “esta visita tiene como objetivo establecer colaboraciones. Mi experiencia en modelos animales les puede resultar útil para su trabajo de desarrollo de audífonos e implantes cocleares”, agrega.

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