El atún desova
en las costas japonesas y migra a través del océano Pacífico hasta las
costas estadounidenses. Los niveles de cesio han sido detectados en 15
ejemplares capturados en agosto
ECOticias.

Científicos estadounidenses han mostrado este lunes su voluntad
de llevar a cabo nuevos análisis en las pescas en el Pacífico después de
que se hayan detectado bajos niveles de cesio radiactivo provenientes
de la central nuclear japonesa de Fukushima-1, que sufrió un grave
accidente en marzo de 2011 tras el terremoto y posterior tsunami que
sacudieron la costa noreste del país, en los atunes capturados en
California a finales de ese año.
El atún desova en las costas japonesas y migra a través del océano
Pacífico hasta las costas estadounidenses. Los niveles de cesio han sido
detectados en 15 ejemplares capturados en agosto, cinco meses después
de la fusión del núcleo de la central y superan en un tres por ciento
los niveles naturales. Sin embargo, estos niveles no son peligrosos para
la salud de los seres humanos.
El cesio-134 detectado tiene una vida media de dos años y proviene
"sin duda alguna de Fukushima-1", ha dicho a la cadena estadounidense
CNN el ecologista marino de la universidad de Stanford Dan Madigan.
Debido a que los investigadores no esperaban encontrar trazas de
cesio en esos ejemplares, ya que habían nacido un año antes del
desastre, han indicado que "los peces de este año van a ser muy
interesantes". "Estos serán los que nacieron en el momento del
accidente, por lo que han estado, en su mayoría nadando en aguas
contaminadas toda su vida", ha agregado Madigan.
Antes del accidente, no se registraron trazas de cesio-134 en los
ejemplares de atún que llegaban a las costas estadounidenses. "El
estudio de este año contará con una muestra más amplia de peces, edades y
tamaños", ha apostillado Madigan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario