Los
muelles sudamericanos podrían quedar inutilizados como efecto del
cambio climático en la Antártica, según afirma el investigador de la
UPLA, Manuel Contreras López, quien pesquisa sobre efectos de la
dirección del oleaje.

Esta es la principal
tesis que busca comprobar el Dr. Manuel Contreras López, académico de la
Universidad de Playa Ancha, en el marco del proyecto “Relaciones de
procesos físicos del calentamiento global y cambio climático entre la
Antártica y el Ecuador” que realiza en conjunto con científicos de la
Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí, Ecuador, y la Universidad de
Valparaíso.
La iniciativa,
patrocinada en conjunto por el Instituto Nacional Antártico (INAE) y el
SENESCYT de Ecuador (equivalente al CONICYT en Chile), busca determinar
de qué manera los efectos del cambio climático que se producen en la
Antártica se traducen en efectos físicos en el litoral sudamericano,
específicamente, en las costas de Chile, Perú y Ecuador.
“Uno
de los efectos del cambio climático, además del derretimiento de los
hielos y de la aparición de los líquenes en la zona, es que el viento
que rodea a la Antártica se está acercando más a la península del
continente blanco, lo que produce que el oleaje que se genera allá,
llegue con una dirección distinta a nuestras costas”, sostuvo el
académico.
El científico agrego que
este cambio en la dirección del oleaje podría generar efectos
importantes en las playas y puertos. Lo negativo es que el tiempo que
los muelles y embarcaderos están fuera de servicio podría aumentar por
el excesivo movimiento en la proa de cualquier embarcación, lo que
dificultaría las actividades de carga y descarga.
“Es
justamente lo que ocurrió con el muelle Barón, donde por falla en los
cálculos de la dirección del mismo, las naves ‘cabecean’ mucho,
impidiendo cualquier actividad portuaria”- dijo Contreras.
El
académico planteó que en la práctica actual del diseño de obras
marítimas, el oleaje es supuesto como un proceso estacionario, es decir,
los parámetros estadísticos derivados de un registro histórico, se
mantienen en el tiempo y son utilizados para estimar el oleaje de diseño
durante la vida útil de la obra.
Evidencias
de fenómenos no estacionarios, como El Niño o el calentamiento global
(que actúan sobre el mecanismo de generación de las olas), sugieren que
las olas deberían considerarse también como no estacionarias.
EFECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS
Entre
los efectos concretos del cambio en la dirección de las olas, se estima
que podría dejar muelles inutilizados, mayor erosión en algunas playas,
desprotección frente al oleaje en algunas zonas, aumento de marejadas, y
eventual encallamiento de naves.
Sin
embargo, a raíz de este fenómeno también se podrían producir
consecuencias positivas, lo que eventualmente debería generar
oportunidades desde el punto de vista de la ingeniería. Podrían formarse
nuevas playas y zonas que no estaban protegidas del oleaje, las que
podrían estarlo en el futuro. Por lo tanto, a juicio del investigador,
deberíamos comenzar a buscar oportunidades para administrar mejor estos
efectos del cambio climático.
“Como
seres humanos debemos adaptarnos a la naturaleza, porque nuestro planeta
siempre ha sufrido cambio climático. Por otra parte, es indiscutible
que éste genera efectos sociales, económicos y ambientales que debemos
prever”, dijo Contreras, agregando que ese es el fin de la
investigación: adelantarse a las condiciones que deberán enfrentar las
megaestructuras en los próximos 20 años, con el objeto de diseñarlas en
forma correcta y así evitar que éstas queden inutilizadas.
El
proyecto, que se realizará durante tres años, lo conforma un equipo de
18 investigadores, entre ingenieros, geógrafos y biólogos marinos.
Cuenta con una inversión de 300 mil dólares y ya se realizó una de las
tres expediciones previstas a la Antártica, cuyo primer informe fue
entregado recientemente.
Cabe hacer
presente que el investigador UPLA Manuel Contreras López, es el único
científico en Chile que realiza investigación en cambio climático y que
registra publicación ISI el último año, según Thomson Reuters.
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