Durante las
últimas tres décadas, la investigación relativa a los efectos del
aprovechamiento maderero sobre los animales y las plantas de los bosques
tropicales ha mantenido a los ecólogos bastante ocupados.
ECOticias.

A medida que los bosques tropicales le van dando espacio a las
ciudades, carreteras y campos de soya, lo que queda es un collage de
bosques remanentes y bosques ‘secundarios’ que vuelven a crecer después
de que las tierras agrícolas son abandonadas. Aunque la protección de
los bosques primarios siempre será fundamental para la conservación
tropical, estos mosaicos son capaces de retener una proporción
importante de especies, incluso cuando se extraen productos forestales.
Durante las últimas tres décadas, la investigación relativa a los
efectos del aprovechamiento maderero sobre los animales y las plantas de
los bosques tropicales ha mantenido a los ecólogos bastante ocupados.
La pregunta de cuánto contribuye realmente la tala selectiva de los
bosques a la conservación de la biodiversidad global no ha sido
analizada en profundidad y aún permanece sin respuesta. Sin embargo, dos
meta-análisis de estudios realizados recientemente nos proporcionan
nuevas pruebas de que la tala selectiva, cuando se la realiza con
cuidado, tiene impactos relativamente benignos.
En un artículo publicado en la revista Conservation Letters,
Putz et al. (2012) determinaron en base a una muestra de 109 estudios
que los efectos de la tala selectiva fueron en general muy modestos en
el número de especies de aves, mamíferos, insectos y plantas. Y en la
mayor parte de los casos analizados no se aplicaron buenas prácticas de
aprovechamiento, lo que sugiere que los resultados de los mismos son
conservadores. Sobre la base de 35 estudios, el artículo elaborado por
Gibson et al. (2011) en la revista Nature también sugiere que
el impacto de la tala selectiva sobre la biodiversidad de los bosques
primarios es relativamente baja. Gibson y sus colegas reforzaron estas
conclusiones al eliminar el drawer effect, es decir, la tendencia a publicar solo trabajos que obtienen resultados positivos.
Los problemas de este tipo de estudios son evidentes: aunque los
meta-análisis son conocidas herramientas estadísticas que se utilizan
para identificar tendencias entre grupos de estudios con enfoques y
metodologías experimentales diferentes, los resultados no son más que
una caricatura de la realidad. Los estudios de los bosques africanos
están muy poco representados en ambos artículos. El número de árboles
aprovechados (intensidad de aprovechamiento) también varió
considerablemente entre los estudios publicados, así como las técnicas
de aprovechamiento. Y la mayor parte de estudios publicados fue de corto
plazo, por lo que era prácticamente imposible que estos meta-análisis
pudieran presentar observaciones sobre las consecuencias a largo plazo.
A pesar de estas limitaciones, ambos artículos ofrecen evidencia
contundente de que a nivel global, los bosques tropicales bajo tala
selectiva son fundamentales para conservar todo el espectro de la
biodiversidad – desde los escarabajos hasta los orangutanes. La cuestión
es si se puede garantizar la persistencia a largo plazo de los boques
solo sobre la base de las ganancias derivadas de la madera a fin de que
el manejo forestal sostenible resulte competitivo en comparación con
otras fuerzas de mercado como la expansión agroindustrial. Los
resultados del artículo de Putz y sus colegas (2012) parecen indicar que
este no es el caso; se espera que los rendimientos de la madera
decaigan con el tiempo porque los intervalos de 20-40 años que en la
actualidad se aplican en el trópico no pueden garantizar una oferta
constante de madera con retornos financieros atractivos.
Para contrarrestar esta tendencia, Putz et al. (212) sugieren usar
una estrategia mixta. Un paso esencial es una mayor promoción de
prácticas sostenibles de aprovechamiento maderero, ya que las mismas
están directamente relacionadas con una mayor retención de carbono, para
las que podría haber compensación financiera en el marco de los
incentivos REDD+. Los autores recomiendan también un mayor
reconocimiento de los enfoques locales al manejo forestal múltiple en
arreglos de tenencia de tierra claros. Otras opciones incluyen aumentar
los beneficios financieros de la certificación forestal y convertir en
prerrequisito la garantía de legalidad para poder acceder a los mercados
internacionales. La llave del éxito es lograr un equilibrio entre estos
dos enfoques de tal manera que el clima, la biodiversidad y las
personas se beneficien y que las múltiples demandas de los recursos de
los bosques tropicales sean satisfechas. Con casi 400 millones de
hectáreas de bosques tropicales oficialmente designados como bosques de
producción en todo el mundo se podría decir que hay espacio suficiente
para actuar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario