jueves, 31 de mayo de 2012

México. 200.000 personas votan para defender Cabo Pulmo: ¡gracias!

La campaña de votaciones para defender Cabo Pulmo comenzó a principios de año y ha coincidido en el tiempo con la campaña electoral ya que México elegirá en julio a su nuevo presidente.
 Mabel González Bustelo
La campaña de recogida de firmas para pedir al gobierno mexicano la protección del arrecife de Cabo Pulmo se ha cerrado con una jornada de votación simultánea en ocho estados, y con un resultado total de más de 200.000 votos. El clamor popular no puede ser más claro. El gobierno de México tiene que parar el mega proyecto de Cabo Cortés y comprometerse con la defensa del patrimonio del país y no de los intereses privados de la empresa española Hansa Urbana.

La campaña de votaciones para defender Cabo Pulmo comenzó a principios de año y ha coincidido en el tiempo con la campaña electoral ya que México elegirá en julio a su nuevo presidente. Los resultados que ahora tenemos muestran que la gente ha votado de forma masiva defender el patrimonio natural frente a intereses especulativos y cortoplacistas.
El mega proyecto Cabo Cortés fue autorizado en un proceso plagado de irregularidades, y contra la opinión de algunas agencias medioambientales del propio gobierno. Se trata, en pocas palabras, de un despropósito. Un conjunto de miles de viviendas y hoteles, equivalente en tamaño a Cancún, con puerto deportivo, campos de golf, aeropuerto, y otras infraestructuras, y todo ello en la zona limítrofe con el arrecife de Cabo Pulmo.

Cabo Pulmo es un Parque Nacional Marino, y una de las reservas biológicas más ricas del planeta, además de ser Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. La población, un pequeño núcleo que desde siempre vivió de la pesca, apostó a la conservación y vive del cuidado del parque y del ecoturismo. No quieren el proyecto, sino garantizar su modo de vida y la supervivencia del lugar.

Ahora, las 200.000 firmas que entregaremos a las autoridades muestran claramente que la población mexicana apoya la conservación del parque y a su población, y no los intereses privados. Así que una vez más, tenemos que preguntarnos... ¿A quién defiende el gobierno de México?

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