La madera es
un recurso muy importante en la región al igual que la castaña. Sin
embargo, desde 2004, una reforma en la ley por la que se permite la
extracción de madera dentro de las concesiones de castaña
ECOticias.

En la Amazonía peruana, la extracción incontrolada de madera en
las concesiones destinadas principalmente al aprovechamiento de
castañas, podría superar a la cantidad extraída en las áreas de
concesión de explotación forestal, advierte un nuevo estudio de CIFOR.
Las regulaciones existentes en los bosques de castaña deben implementar
controles más estrictos sobre la extracción de madera sin afectar las
necesidades de los pobladores locales que ingresan al bosque para
realizar actividades de aprovechamiento de castañas.
“La madera es un recurso muy importante en la región al igual que la
castaña. Sin embargo, desde 2004, una reforma en la ley por la que se
permite la extracción de madera dentro de las concesiones de castaña ha
motivado el sobre aprovechamiento debido a la débil aplicación del marco
legal y a un conjunto de requisitos menos estrictos que los aplicados a
la extracción de madera en concesiones madereras,” dijo Manuel
Guariguata, coautor de “El aprovechamiento de madera en las concesiones castañeras (Bertholletia excelsa) en Madre de Dios, Perú” y científico del Centro para la Investigación Forestal Internacional.
“Sin un sistema integrado para la gestión del bosque que incluya un
conjunto mínimo de normas legales y buenas prácticas que sean flexibles a
las necesidades de los pobladores locales, los vacíos en la ley podrían
conducir a la sobreexplotación de madera en las concesiones de
castaña,” agregó.
Ubicada en las fronteras de Brasil y Bolivia, Madre de Dios es una
región rica en biodiversidad, incluyendo los árboles de castaña y
recursos de madera. Aproximadamente 65% de la población local depende de
actividades de extracción forestal, en tanto que 25% obtiene hasta la
mitad de su ingreso anual con el aprovechamiento y venta de castañas.
Desde el 2000, se dictaron varias leyes sobre silvicultura y fauna
silvestre para promover el uso sostenible de recursos forestales, con el
fin de mejorar los beneficios económicos y sociales de las comunidades
que trabajan en actividades relacionadas con los bosques.
En 2002, en respuesta a problemas sociales y económicos en la región
de Tambopata, donde las personas no pudieron obtener los derechos para
extraer madera en su tierra, un decreto habilitó la extracción de madera
en bosques, originalmente asignados para el aprovechamiento exclusivo
de castañas. Dos años después, el gobierno especificó un límite máximo
de aprovechamiento de 5m3/ha.
Se preveía que el nuevo decreto les daría a los extractores de
castañas la oportunidad de complementar sus ingresos al permitirles la
extracción de madera en sus concesiones.
Sin embargo, las bajas tasas tributarias y los pocos requisitos
legales impuestos por el gobierno – mucho más estrictos en áreas de
concesión para extracción de madera- condujeron a un aumento de diez
veces en la extracción de madera en los bosques castañeros entre 2004 y
2006. En total, desde 2004 hasta 2009, la extracción de madera en
bosques de castaña fue comparable y a veces aún mayor que las
actividades de extracción en áreas concesionadas para la extracción de
madera.
Los hallazgos destacan la necesidad de mayor investigación sobre el
impacto de los recursos de castañas para los medios de subsistencia
locales.
“Necesitamos contar con más información para ver si esto está
teniendo un impacto en los árboles de castaña, sin embargo no hay mucha
investigación disponible todavía. CIFOR actualmente está en el proceso
de trabajar con una de las asociaciones de recolectores de castañas para
tener un mejor entendimiento de la situación” dijo Mary Menton,
científica de CIFOR y coautora del estudio.
A pesar de la revocación del decreto en 2007 debido a preocupaciones
de los ambientalistas, de las ONGs y de los recolectores de castaña
acerca de la viabilidad de la extracción de madera en áreas de castañas,
parecería que el cambio en la ley se ha hecho demasiado tarde.
Se continúan emitiendo permisos para extracción de madera y se ha
avanzado muy poco para cerrar las brechas que han permitido que se
excedan los límites de dicha extracción, que, en algunos casos, han
resultado en la tala ilegal realizada por extraños.
El documento sugiere que se necesitan mejoras en los requisitos
legales y técnicos para la extracción así como un enfoque de gestión
integrada para “armonizar” la extracción de madera y de la castaña, en
lugar de un requisito “complementario”, para asegurar que las tasas
totales de extracción no aumenten.
“Para lograrlo, debe haber un diálogo transparente entre los actores
regionales involucrados en actividades extractivas con algún tipo de
propiedad local, sin la interferencia de planes de corto plazo u otros
intereses creados,” concluyó Guariguata.
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