El calentamiento global podría influir de manera significativa
en el fenómeno meteorológico de El Niño - Oscilación del Sur (ENOS, o
ENSO por sus siglas en inglés), alterando los ciclos de los fenómenos de
El Niño y de La Niña, eventos que traen inundaciones o sequías extremas
a numerosas zonas del mundo.
Así se desprende de los resultados de un nuevo estudio basado en análisis de muestras de coral del archipiélago (y país) de Kiribati. Dicho análisis ha revelado cómo ha cambiado el ciclo del ENOS durante los últimos 4.300 años.
La investigación llevada a cabo por el equipo de Steven Phipps, del Centro de Investigación del Cambio Climático, adscrito a la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney, Australia, y Helen McGregor, de la Escuela de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente, dependiente de la Universidad de Wollongong en Australia, demuestra que aunque el desarrollo de episodios de los fenómenos de El Niño y La Niña es caótico y difícil de predecir, hay indicios suficientes para creer que la fuerza de estos eventos puede cambiar a largo plazo debido a las alteraciones climáticas introducidas por el calentamiento global.
Los investigadores también han determinado que las influencias naturales sobre el clima de la Tierra, tales como las causadas por las variaciones en su órbita alrededor del Sol, podrían afectar a la fuerza de los eventos de El Niño. Aunque pequeñas, estas influencias naturales ya alteraron en el pasado los vientos alisios estacionales en el Pacífico Oriental y afectaron al desarrollo de los episodios de El Niño.Los resultados del nuevo estudio indican que algunos factores ajenos pueden influir de manera significativa en el ciclo del ENOS y que éste podría experimentar en el futuro cambios prolongados como consecuencia del aumento en las concentraciones de gases con efecto invernadero.
En la investigación también han trabajado especialistas de la Universidad Australiana Nacional en Canberra, así como del Instituto de Investigación Medioambiental adscrito a la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nucleares.
Así se desprende de los resultados de un nuevo estudio basado en análisis de muestras de coral del archipiélago (y país) de Kiribati. Dicho análisis ha revelado cómo ha cambiado el ciclo del ENOS durante los últimos 4.300 años.
La investigación llevada a cabo por el equipo de Steven Phipps, del Centro de Investigación del Cambio Climático, adscrito a la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney, Australia, y Helen McGregor, de la Escuela de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente, dependiente de la Universidad de Wollongong en Australia, demuestra que aunque el desarrollo de episodios de los fenómenos de El Niño y La Niña es caótico y difícil de predecir, hay indicios suficientes para creer que la fuerza de estos eventos puede cambiar a largo plazo debido a las alteraciones climáticas introducidas por el calentamiento global.
Los investigadores también han determinado que las influencias naturales sobre el clima de la Tierra, tales como las causadas por las variaciones en su órbita alrededor del Sol, podrían afectar a la fuerza de los eventos de El Niño. Aunque pequeñas, estas influencias naturales ya alteraron en el pasado los vientos alisios estacionales en el Pacífico Oriental y afectaron al desarrollo de los episodios de El Niño.Los resultados del nuevo estudio indican que algunos factores ajenos pueden influir de manera significativa en el ciclo del ENOS y que éste podría experimentar en el futuro cambios prolongados como consecuencia del aumento en las concentraciones de gases con efecto invernadero.
En la investigación también han trabajado especialistas de la Universidad Australiana Nacional en Canberra, así como del Instituto de Investigación Medioambiental adscrito a la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nucleares.
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