Sin embargo, 
la introducción deliberada de cangrejos exóticos americanos como el 
cangrejo rojo o el cangrejo señal, han acabado con casi todas las 
poblaciones del autóctono
 ECOticias.
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón ha 
intensificado los trabajos para salvar la última población de cangrejo 
autóctono, que se encuentra en la Comarca de Calatayud.
   Según ha informado dicho Departamento, en una nota de prensa, 
antaño, el cangrejo de río autóctono era abundante en muchas comarcas de
 la región. Por ejemplo, en el Sistema Ibérico Zaragozano habitaba los 
principales ríos como el Jalón, Jiloca, Piedra, y muchos de sus 
afluentes.
   Sin embargo, la introducción deliberada de cangrejos exóticos 
americanos como el cangrejo rojo o el cangrejo señal, han acabado con 
casi todas las poblaciones del autóctono, hasta el punto de que se halla
 declarado especie "en peligro de extinción" en Aragón.
   Desde hace unos años, sólo existe una población de cangrejo de río
 autóctono en la comarca Comunidad de Calatayud, en la cuenca del Jalón.
 Este hecho ha motivado, hace más de un año, a impulsar los trabajos 
para introducir ejemplares de esta población en otros barrancos de la 
cuenca y así evitar la pérdida del acervo genético de esta población, la
 última superviviente de una gran área.
LUGARES DE INTRODUCCIÓN
   Antes de pensar en cualquier introducción, Agentes de Protección 
de la Naturaleza y técnicos del Gobierno de Aragón valoraron la 
idoneidad de barrancos, balsas y otros puntos de agua para albergar 
nuevas poblaciones de cangrejo autóctono.
   En todo este territorio apenas existen hábitats idóneos, debido a 
que se han introducido cangrejos exóticos en muchos lugares. El cangrejo
 común necesita ahora cauces de agua completamente aislados de los 
principales, donde las poblaciones de cangrejos americanos acabarían con
 ellos.
   Además, precisa de caudal permanente de agua, algo escaso en 
nuestras latitudes, pozas y zonas profundas, calcio suficiente y otros 
requerimientos.
   Antes de proceder a cualquier introducción se requiere, además, la
 realización de un test de supervivencia, en el se colocan a dos 
cangrejos autóctonos en sendas jaulas durante cuatro meses. Si 
sobreviven, es que el lugar tiene condiciones para albergarlos y esta 
libre de afanomicosis, su enfermedad más letal.
LA PESTE
   Además de competir por el espacio y el alimento, los cangrejos 
americanos transmiten la afanomicosis o "peste del cangrejo" a los 
cangrejos autóctonos, produciéndoles su muerte.
   La afanomicosis es una enfermedad producida por un hongo, los 
cangrejos rojo y señal sólo son portadores del hongo y resisten sus 
efectos letales, mientras que para el autóctono es una enfermedad mortal
 y la principal responsable de su progresiva desaparición.
   El 17 de septiembre se detectó una fuerte mortandad de cangrejos 
en la última población de la comarca, lo que hizo saltar todas las 
alarmas pensando que se trataba de una afanomicosis.
   La mortandad no afectaba a toda la población, sino sólo a su tramo
 inferior. Los Agentes pusieron mallas para dificultar el ascenso de 
cangrejos hacia arriba y evitar que la enfermedad alcanzara a toda la 
población.
   Las introducciones, previstas para el mes de octubre, debían 
acelerarse ante la posibilidad de que esta enfermedad infecciosa 
ascendiera hasta afectar a todos los ejemplares.
TRES INTRODUCCIONES
   Así, el 18 y el 25 de septiembre se llevaron a cabo tres 
introducciones en otros tantos puntos de agua de la misma cuenca y área,
 donde previamente se habían realizado test de supervivencia.
   Mas de 450 cangrejos han sido repartidos entre los tres lugares. 
Las extracciones de cangrejos se realizaron en zonas altas del barranco,
 suficientemente alejadas de las áreas donde se producía la mortandad de
 cangrejos.
   Antes de las principales introducciones, se ha posido constatar 
que la mortandad no estaba provocada por la peste del cangrejo, sino por
 otra causa de momento desconocida, pero menos letal.
ORIGEN DE LA DESAPARICIÓN
   La introducción intencionada de cangrejos exóticos por parte de 
personas que posteriormente quieren pescarlos, es lo que sitúa en 
peligro de extinción al cangrejo autóctono.
   Para frenar la desaparición de las poblaciones de cangrejo de río 
autóctono hay que establecer medidas para evitar la transmisión de la 
afanomicosis a las poblaciones que todavía subsisten.
   La mejor solución es evitar la liberación intencionada de 
cangrejos exóticos. Además, conviene dejar secar varios días o rociar 
con lejía las botas y reteles si nos desplazamos desde zonas bajas que 
puedan tener cangrejos exóticos a las cabeceras de barrancos.

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