lunes, 21 de octubre de 2013

Medio Ambiente trabaja para salvar al cangrejo autóctono

Sin embargo, la introducción deliberada de cangrejos exóticos americanos como el cangrejo rojo o el cangrejo señal, han acabado con casi todas las poblaciones del autóctono
 ECOticias.
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón ha intensificado los trabajos para salvar la última población de cangrejo autóctono, que se encuentra en la Comarca de Calatayud.
   Según ha informado dicho Departamento, en una nota de prensa, antaño, el cangrejo de río autóctono era abundante en muchas comarcas de la región. Por ejemplo, en el Sistema Ibérico Zaragozano habitaba los principales ríos como el Jalón, Jiloca, Piedra, y muchos de sus afluentes.
   Sin embargo, la introducción deliberada de cangrejos exóticos americanos como el cangrejo rojo o el cangrejo señal, han acabado con casi todas las poblaciones del autóctono, hasta el punto de que se halla declarado especie "en peligro de extinción" en Aragón.
   Desde hace unos años, sólo existe una población de cangrejo de río autóctono en la comarca Comunidad de Calatayud, en la cuenca del Jalón. Este hecho ha motivado, hace más de un año, a impulsar los trabajos para introducir ejemplares de esta población en otros barrancos de la cuenca y así evitar la pérdida del acervo genético de esta población, la última superviviente de una gran área.

LUGARES DE INTRODUCCIÓN

   Antes de pensar en cualquier introducción, Agentes de Protección de la Naturaleza y técnicos del Gobierno de Aragón valoraron la idoneidad de barrancos, balsas y otros puntos de agua para albergar nuevas poblaciones de cangrejo autóctono.
   En todo este territorio apenas existen hábitats idóneos, debido a que se han introducido cangrejos exóticos en muchos lugares. El cangrejo común necesita ahora cauces de agua completamente aislados de los principales, donde las poblaciones de cangrejos americanos acabarían con ellos.
   Además, precisa de caudal permanente de agua, algo escaso en nuestras latitudes, pozas y zonas profundas, calcio suficiente y otros requerimientos.
   Antes de proceder a cualquier introducción se requiere, además, la realización de un test de supervivencia, en el se colocan a dos cangrejos autóctonos en sendas jaulas durante cuatro meses. Si sobreviven, es que el lugar tiene condiciones para albergarlos y esta libre de afanomicosis, su enfermedad más letal.

LA PESTE

   Además de competir por el espacio y el alimento, los cangrejos americanos transmiten la afanomicosis o "peste del cangrejo" a los cangrejos autóctonos, produciéndoles su muerte.
   La afanomicosis es una enfermedad producida por un hongo, los cangrejos rojo y señal sólo son portadores del hongo y resisten sus efectos letales, mientras que para el autóctono es una enfermedad mortal y la principal responsable de su progresiva desaparición.
   El 17 de septiembre se detectó una fuerte mortandad de cangrejos en la última población de la comarca, lo que hizo saltar todas las alarmas pensando que se trataba de una afanomicosis.
   La mortandad no afectaba a toda la población, sino sólo a su tramo inferior. Los Agentes pusieron mallas para dificultar el ascenso de cangrejos hacia arriba y evitar que la enfermedad alcanzara a toda la población.
   Las introducciones, previstas para el mes de octubre, debían acelerarse ante la posibilidad de que esta enfermedad infecciosa ascendiera hasta afectar a todos los ejemplares.

TRES INTRODUCCIONES

   Así, el 18 y el 25 de septiembre se llevaron a cabo tres introducciones en otros tantos puntos de agua de la misma cuenca y área, donde previamente se habían realizado test de supervivencia.
   Mas de 450 cangrejos han sido repartidos entre los tres lugares. Las extracciones de cangrejos se realizaron en zonas altas del barranco, suficientemente alejadas de las áreas donde se producía la mortandad de cangrejos.
   Antes de las principales introducciones, se ha posido constatar que la mortandad no estaba provocada por la peste del cangrejo, sino por otra causa de momento desconocida, pero menos letal.

ORIGEN DE LA DESAPARICIÓN

   La introducción intencionada de cangrejos exóticos por parte de personas que posteriormente quieren pescarlos, es lo que sitúa en peligro de extinción al cangrejo autóctono.
   Para frenar la desaparición de las poblaciones de cangrejo de río autóctono hay que establecer medidas para evitar la transmisión de la afanomicosis a las poblaciones que todavía subsisten.
   La mejor solución es evitar la liberación intencionada de cangrejos exóticos. Además, conviene dejar secar varios días o rociar con lejía las botas y reteles si nos desplazamos desde zonas bajas que puedan tener cangrejos exóticos a las cabeceras de barrancos.

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