jueves, 10 de mayo de 2012

La miel, 10.000 años que invitan al ocio sostenible

Un recorrido por la historia de la apicultura y la miel, desde las primeras técnicas para su extracción hace 10.000 años en colmenas silvestres suspendidas en paredes de roca hasta los actuales procesos, pretende ser un reclamo turístico que complemente la oferta de sol y playa en Málaga.



Esto es lo que ofrece la Casa Museo de la Miel de Málaga, ubicada en el municipio de Colmenar, que permite a sus visitantes conocer los mecanismos de elaboración de este producto, acercarse al mundo de las abejas y estudiar la historia de la apicultura.
El museo, gestionado por la Asociación Malagueña de Apicultores, muestra reproducciones de pinturas rupestres con las primeras señales del manejo de las abejas o de grabados pertenecientes al antiguo Egipto, junto a explicaciones de cómo los tartessos o los íberos trabajaban la apicultura en la península ibérica.
Sin embargo, pese al paso del tiempo, esta actividad productiva ha tenido "una evolución mínima", según ha explicado a Efe el director del museo, Fernando de Miguel.
"Lo básico lo hacen las abejas y ellas son las mismas desde el principio de los tiempos, siguen yendo a las flores, cogiendo néctar y metiéndolo en los panales hexagonales de cera y lo que hemos cambiado un poco es el manejo de esos panales, que ahora tienen depósitos de acero inoxidable para almacenar la miel, que se extrae por centrifugación", ha indicado.
En las pinturas rupestres
En algunas de las pinturas rupestres reproducidas, correspondientes a la zona de Levante, puede verse la silueta de hombres que se descuelgan por paredes de roca para sacar la miel de las colmenas, una técnica que en determinadas partes de Asia se mantiene en la actualidad.
La parte expositiva del museo incluye el maniquí de un "cazador de miel" nepalí, acostumbrados a subir o descolgarse por escalas y acercarse a las abejas casi sin protección, y representa lo que el director del museo califica como "un paralelismo etnográfico entre lo que pasaba antes y la actualidad".
"Lo que se hace en Asia ahora se hacía en España hace 10.000 años, y lo que hemos cambiado es que la colmena ya no la tenemos en una roca, de forma silvestre, sino que la hemos domesticado y podemos hacer un trabajo más cómodo gracias al nuevo formato de panales", ha precisado De Miguel.
Recreación de una colmena


un apicultor de la malagueña sierra de Las NievesOtros atractivos de este espacio museístico son la recreación de una colmena y sus panales y una maqueta de dos metros de largo que muestra con todo detalle las características morfológicas de estos insectos.
Según De Miguel, hay mucho que saber sobre lo que pasa dentro y fuera de la colmena y una comunidad como la de las abejas tiene "un cierto gancho para los visitantes, que no dejan de preguntar durante el recorrido".
Al público le llama mucho la atención que una reina pueda poner en temporada entre 2.500 y 3.000 huevos al día, que las abejas vivan en primavera y verano tres o cuatro semanas, y que por tanto, cada una de ellas sólo sea capaz de producir la doceava parte de una cucharada de miel a lo largo de su existencia, ha añadido.
El paso por el museo puede completarse con el denominado "Sendero de la Miel", una ruta en la que se conocen las principales floraciones de interés apícola de la zona y se visita un colmenar exterior.
De Miguel ha insistido en que este equipamiento también persigue la divulgación y la promoción de las mieles y preparados apícolas fabricados en Málaga, que en breve contarán con una marca de garantía para sus ocho variedades de referencia. EFEverde

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