Las pócimas hechas con escorpión, caballos de mar o cuerno de rinoceronte son algunos de los variados pretendidos remedios a los que recurren muchos tailandeses reacios a curar sus males con los fármacos de la medicina convencional.
"Los caballitos de mar son buenos para los pulmones y mezclados
con salamandra en una pócima con hierbas ayudan a curar los problemas
de riñón", dice a Efe Ar-Muay, propietaria de una botica de medicina
tradicional de entre las muchas que hay el centro de Bangkok.
La
mayoría de los estantes de esta farmacia en la que se asesora al
cliente, están repletos de frascos que contienen tallos y hojas de
plantas y productos preparados de acuerdo a lo establecido por la
milenaria farmacopea china, además de tradicionales brebajes
tailandeses, como los elaborados a base de nidos de golondrina, jengibre
o ajenjo.
También hay recipientes con ciempiés, raras cucarachas
del campo y escorpiones disecados, a los que atribuyen cualidades para
mejorar la presión sanguínea y sanar ciertas dolencias, y que son el
principal ingrediente de los jarabes con hierbas y alcohol de arroz que
prepara el personal de la botica.
"Se dejan los animales
dentro del recipiente entre uno y tres meses y luego se puede conservar
durante años", dice Ar-Muay, de 45 años, con un tailandés fluido pero
con un pronunciado acento chino.
Sin efectos secundarios
La
boticaria, que llegó a Tailandia procedente del sur de China hace tres
décadas, asegura que la eficacia de los remedios que vende es indudable
tras siglos de utilización y son naturales, por lo que tienen menos
efectos secundarios que los fármacos empleados en la medicina moderna.
"Yo
nunca tomo medicamentos modernos, sólo me fío de lo que está escrito en
los libros de medicina china", explica la mujer, que hace apenas un mes
abrió su propio negocio tras trabajar durante varios lustros en una de
las más antiguas farmacias chinas de la capital.
El precio no es
la principal motivación para aquellas personas que prefieren emplear los
remedios alternativos o chinos, ya que en Tailandia el precio de los
productos farmacéuticos convencionales es relativamente bajo y
accesibles para la mayoría de la población.
Más cara que la medicina moderna
Un tratamiento alternativo, que se suministra entre una semana y
diez días, cuesta entre unos 15 y 30 dólares (unos 12 ó 24 euros), más
que la mayoría de las medicinas modernas, e incluso su coste puede ser
mayor si los ingredientes son raros o escasean.
Por ejemplo, un
tamlung (medida tailandesa equivalente a 3,75 gramos) de gusanos
tibetanos cuesta 15.000 bat (480 dólares o 370 euros), mientras que por
uno de caballitos de mar se paga unos 1.500 bat (48 dólares o 37
euros).
Ar-Muay asegura que todos los productos que vende son
legales, incluidos los cuernos de rinoceronte que tiene cortados en
rodajitas y que vende a 2.000 bat (62 dólares o 48 euros) el tamlung.
La
boticaria, quien asegura que compra los ingredientes de forma legal en
una granja, no se muestra preocupada por la amenaza de extinción que se
cierne sobre algunas especies que comercializa e insiste en las
propiedades curativas del cuerno de rinoceronte, por ejemplo, para
aumentar la fertilidad.
"Los huesos de tigre ayudan a mejorar las
articulaciones, pero no los vendemos porque es ilegal", apunta de forma
un tanto cándida Ar-Muay, quien considera que el empleo de estos
remedios milenarios no contribuye a la eliminación de especies de flora y
fauna.
En el barrio chino de Yaowarat
La
mayoría de los establecimientos de medicina tradicional y china en
Bangkok se encuentran en el barrio de Yaowarat, poblado por la comunidad
de origen chino que emigró a tailandia en el siglo XIX.
En este
bullicioso barrio abundan las farmacias que venden remedios
tradicionales chinos y tailandeses, aunque también incluyen otros
productos más exóticos y polémicos como escarabajos e hipocampos, no
regulados por la normativa sanitaria.
Las autoridades sanitarias
se esfuerzan en desligar estos ingredientes exóticos de otros
tratamientos alternativos como la fitoterapia a través de plantas, los
masajes terapéuticos y la acupuntura, aunque a veces se ofertan juntos
en los mismos establecimientos.
Las plantas reguladas como Medicina Alternativa
Según
Wonchat Subhachaturas, presidente de la Asociación Médica de Tailandia,
sólo los remedios a base de plantas empleadas en la medicina
tradicional china y tailandesa están reguladas en el Departamento de
Medicina Alternativa tailandés.
Los escorpiones, caballitos de mar
o el cuerno de rinoceronte "son creencias de origen chino, pero no
tienen nada que ver con el Departamento de Medicina Alternativa que
trabaja principalmente con plantas medicinales", indicó a Efe el doctor
Wonchat.
Además de su dudosa o nula base científica, los animales
exóticos utilizados como remedios medicinales alimentan el tráfico
ilegal de especies como tigres o rinocerontes, a los que muchos
asiáticos atribuyen propiedades afrodisíacas o incluso contra
enfermedades como el cáncer.
Tailandia, en particular Bangkok,
esta considerado por los grupos ecologistas internacionales uno de los
principales centros de tráfico de especies en peligro de extinción, que
en su mayor parte van destinados a los laboratorios y tiendas
clandestinas de China, Vietnam o Malasia. EFEverde
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